Coronavirus

La opinión de Francisco Marhuenda: “La responsabilidad del Gobierno”

Podemos asumir la lucha contra el coronavirus mientras se controla al Gobierno y se le critica con responsabilidad y rigor en aquello que consideremos que no ha estado acertado

Los españoles estamos sufriendo la mayor crisis sanitaria desde la Guerra Civil y el Gobierno de Pedro Sánchez ni puede ni debe pretender que no se le controle. Es estrambótico que la izquierda quiera someternos a una mordaza temporal exigiendo que no se pueda realizar ninguna crítica hasta que finalice esta terrible pandemia que está destrozando nuestra sociedad. España vive uno de los peores momentos de su historia reciente que está poniendo al límite nuestro excelente sistema sanitario y mostrando la grandeza de las personas que luchan contra una pandemia que está provocando una devastación en todos los ámbitos. Somos una gran democracia, una de las más importantes del mundo, y podemos asumir la lucha contra el coronavirus mientras se controla al Gobierno y se le critica con responsabilidad y rigor en aquello que consideremos que no ha estado acertado. ¿Qué democracia seríamos si el estado de alarma comportara una suspensión encubierta de nuestros derechos y libertades?

Un Gobierno que esté tranquilo por las decisiones que ha tomado no tiene por qué preocuparse por las críticas. Al revés, tiene que recibirlas con satisfacción, porque será capaz de desmontarlas e incluso salir fortalecido. Los grandes políticos, los que denominamos estadistas, emergen siempre de situaciones excepcionales porque cualquiera es capaz de gestionar la normalidad. No entiendo los nervios que existen en la coalición que nos gobierna y que se hagan apelaciones a la responsabilidad. Una cosa es ser responsables, creo que lo es la inmensa mayoría de la sociedad y de la clase política, y otra muy distinta es convertirnos en unos mansos y sumisos ciudadanos. ¿Alguien cree que el Gobierno no hace política con sus decisiones? Lo hace queriendo y sin querer. Otra cosa distinta es que se politice artificialmente la crisis o que se actúe de forma partidista. Los políticos y los periodistas están en su derecho a expresar su opinión, a cuestionar aquello en que no se esté de acuerdo y en exigir responsabilidades si consideran que hay cosas que no se han hecho bien. Nunca una democracia ha salido fortalecida impidiendo las criticas o cuestionando a aquellos que no estén de acuerdo con un gobierno. Los ciudadanos somos lo suficientemente maduros como para no necesitar ni mordazas ni consignas.