Día de las Fuerzas Armadas

“Nuestras Fuerzas Armadas, un instrumento eficaz al servicio de España”

El Jefe de Estado Mayor de la Defensa agradece el esfuerzo de los militares con motivo del Día de las Fuerzas Armadas: “No es momento de celebrar, sino de seguir trabajando para minimizar las consecuencias de esta grave situación”

General Del Aire Miguel Ángel Villarroya - Jefe De Estado Mayor de la Defensa

Cada año en estas fechas, los miembros de las Fuerzas Armadas nos volcamos en la organización de un acto que conmemora nuestra institución: el Día de las Fuerzas Armadas. Es un día en el que queremos compartir con todos los españoles el orgullo que sentimos de servir a nuestro país. Lamentablemente, este año esta celebración «física» no va a ser posible por razones obvias, y además porque creemos que no es momento de celebrar, sino de seguir trabajando para minimizar las consecuencias de la grave situación en la que estamos inmersos.

Aprovechando este día para analizar nuestra misión dentro de la sociedad, podría empezar citando la legislación vigente, en la que se nos especifican las tareas asignadas a las Fuerzas Armadas, tanto en la propia Constitución Española como en la Ley Orgánica de Defensa Nacional. No obstante, creo que toda esa normativa se puede resumir en algo que los militares llevamos grabado a fuego en nuestro ADN, y es que la misión de las Fuerzas Armadas es estar allí donde y cuando sus ciudadanos lo necesiten y del modo que sea preciso.

Habitualmente, este apoyo se materializa en el desarrollo de las Operaciones Permanentes por la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, que tengo el honor de encabezar. A través de esta estructura se lleva a cabo el planeamiento, conducción y seguimiento de estas operaciones en todos los ámbitos (terrestre, marítimo, aéreo, espacial y ciberespacial), y cuyo objetivo primordial es garantizar permanentemente la seguridad de los españoles, la integridad de nuestro territorio y nuestros intereses nacionales. Este esfuerzo desconocido se plasma en el trabajo diario de más de 12.000 efectivos, las 24 horas de todos los días del año.

Otras veces, el apoyo se realiza mediante las misiones en el exterior, de cuya primera participación celebramos el año pasado el 30º aniversario. Los casi 3.000 hombres y mujeres desplegados fuera de nuestro territorio suponen la materialización del firme compromiso que España tiene con la seguridad y estabilidad internacional, compromiso que mantenemos, junto con socios y aliados, con nuestros mismos valores y principios, a través de las organizaciones multinacionales de las que formamos parte y que conforman el sistema de seguridad mutua que nos permite afrontar los riesgos de forma compartida.

Ese compromiso internacional es esencial porque ya no es posible distinguir entre seguridad exterior e interior. Hoy, la seguridad es global y hay que buscarla inicialmente estabilizando aquellas regiones en las que haya desaparecido, ya sea por el terrorismo internacional o como consecuencia de estados fallidos motivados por la pobreza o las guerras, lo que manifiesta el carácter transnacional de los desafíos actuales. En virtud de ello, España participa actualmente en 16 misiones en el exterior bajo el mandato de organizaciones multinacionales, como la ONU, la OTAN o la UE. Hemos demostrado a lo largo de estos últimos 30 años que somos un país solidario y generoso, y que nuestros militares están entre los mejor preparados del mundo. De esta forma, contribuimos a la seguridad de los españoles, defendiéndoles más allá de nuestras fronteras.

El JEMAD visitó a las tropas en Irak en febrero
El JEMAD visitó a las tropas en Irak en febreroMinisterio de Defensa

En otras ocasiones, nuestro apoyo se dirige a «preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas»(L.O. Defensa Nacional 05/2005). Este ha sido el caso de la «Operación Balmis», desarrollada en apoyo a la lucha contra la Covid-19, en la que las Fuerzas Armadas han demostrado una vez más el inequívoco compromiso que tenemos con nuestro país y el amor que tenemos al servicio a España. Nuestros soldados han hecho gala de los valores que nos definen: la ejemplaridad, el valor, la disciplina, el sentido del deber, el espíritu de sacrificio y, por encima de todo, el espíritu de servicio a la sociedad española, de la cual formamos parte y a la que servimos.

En esta tarea de preservar la seguridad y bienestar de los españoles, nuestra organización, preparación, capacidades y experiencia en situaciones de crisis y conflictos nos ha permitido actuar de una manera rápida y eficiente, allí donde se nos ha requerido. Sería complicado poder expresar en pocas palabras el sentimiento de orgullo que he sentido estos meses al ver a nuestros soldados trabajando sin descanso en apoyo a nuestros ciudadanos. Pero aún me produce más satisfacción, si cabe, el haber tenido la percepción, a través de las múltiples y cariñosas felicitaciones que he recibido personalmente, de que los españoles se han sentido orgullosos de sus Fuerzas Armadas.

La «Operación Balmis» ha puesto de manifiesto la eficacia del «valor de lo conjunto», integrando no sólo al Ejército de Tierra, la Armada y al Ejército del Aire –que por definición son quienes componen el núcleo de las Fuerzas Armadas–, sino también a la Unidad Militar de Emergencias (UME), al Cuerpo Militar de Sanidad, perteneciente a los Cuerpos Comunes, o a la Guardia Real, como unidad militar interejércitos dependiente directamente de S.M. el Rey.

«Balmis» ha corroborado que somos un instrumento eficaz al servicio de España; en esta crisis, materializado en la crucial tarea de salvar el mayor número de vidas posible.

Bajo un mando único, las Fuerzas Armadas han intervenido en todas las provincias, comunidades y ciudades autónomas, realizando más de 11.000 desinfecciones de instalaciones críticas y de servicios esenciales; 5.000 intervenciones en residencias de mayores; transportando más de 110.000 kg de material sanitario y apoyando con los hospitales militares y el Centro Militar de Farmacia; trasladando pacientes y fallecidos; y apoyando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en labores de presencia y seguridad de infraestructuras críticas y fronteras, con un esfuerzo sostenido de unos 8.000 militares en las semanas más críticas de la pandemia.

Varios militares desinfectan una residencia en Segovia
Varios militares desinfectan una residencia en SegoviaRubén MondeloLa Razón

Estas actuaciones se han realizado en una estrecha coordinación con todos los actores implicados en la gestión de la crisis: Administración General del Estado, administraciones autonómicas y locales o FCSE. El Centro de Operaciones desde donde se ha coordinado y dirigido la operación se ha complementado con representantes de los diferentes organismos implicados para conformar un eficaz sistema de Mando y Control.

Llegado este punto, creo importante recalcar que nuestras Fuerzas Armadas, además de las que son la cara más visible de «Balmis» –la UME, unidades especializadas en operaciones NBQ (Nuclear, Biológica y Química), unidades militares de Sanidad, logísticas o de ingenieros, aviones de transporte o patrullas de reconocimiento–, cuentan con muchas más capacidades y desarrollan cometidos que conforman todo el engranaje que nos permite actuar como un poderoso instrumento del Estado para la resolución de crisis.

De entre los cometidos de las Fuerzas Armadas, sí me gustaría profundizar en uno: proporcionar la seguridad necesaria que garantiza el desarrollo en libertad de nuestra sociedad. Sociedades como la nuestra, basadas en el denominado Estado del Bienestar, se asientan sobre pilares básicos, como el acceso a la sanidad, el derecho a educación, la justicia o un sistema de servicios sociales. Estos pilares sólo pueden sostenerse si existe un nivel suficiente de seguridad; la sociedad española, como cualquier otra a lo largo de la historia, no puede desarrollarse plenamente sin ella.

No es una tarea exenta de dificultades la de proporcionar la seguridad necesaria ya que, a las clásicas amenazas terrestre, marítima y aérea, han de sumarse hoy la espacial, la ciberespacial y las nuevas amenazas emergentes, habitualmente híbridas, contra las que las Fuerzas Armadas deben estar listas para operar en cualquier entorno, con flexibilidad y sin caer en el error de combatir en escenarios del pasado.

Para ello hay que fomentar las sinergias con otras instituciones del Estado y contar con recursos suficientes, humanos y materiales. Nuestro país se enfrenta ahora a una difícil situación económica, que puede afectar, como a tantos otros sectores, al Ministerio de Defensa; pero no podemos permitirnos perder seguridad, debemos garantizar que la eficaz herramienta que son las Fuerzas Armadas esté en disposición de cumplir su misión. En caso contrario estaríamos alimentando una quimera.

Es una inmensa satisfacción reconocer la preparación y agradecer el esfuerzo de nuestros soldados: de los que están desplegados en el exterior, de los que forman parte de los Mandos Permanentes que mantienen seguros nuestros espacios de soberanía, de todos los que han participado en la «Operación Balmis» y de aquellos que les han guiado desde los Puestos de Mando. La capacidad de entrega y compromiso de servicio de cada uno de nuestros militares, que constituyen el bien más preciado que tienen las Fuerzas Armadas, es indiscutible. La tecnología está disponible en el mercado para quienes puedan adquirirla, pero no así el recurso humano bien formado y motivado.

Mi gratitud también a sus familias, que asumen siempre con estoicidad los días, las semanas o los meses de ausencia cuando nuestros soldados se encuentran, muchas veces en situaciones de riesgo, desarrollando la honrosa tarea de servir a España, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Nuestras Fuerzas Armadas son esenciales, hoy más que nunca, para plantar cara a las múltiples amenazas a las que nos enfrentamos, con el objetivo de mantener esa normalidad que tanto hemos echado de menos durante estos últimos meses. Normalidad que, estoy seguro, nos permitirá el próximo año celebrar, como se merecen nuestros soldados, el Día de las Fuerzas Armadas.