Opinión
La «Brunete de la izquierda»
Lo más fascinante será comprobar cómo la «Brunete de la izquierda» ofrecerá ahora un mensaje distinto y Sánchez será un gran estadista con sensibilidad social. Los recortes serán culpa del Covid-19.
Las cosas se ven distintas en el gobierno y en la oposición. Es lo que le sucede a Sánchez y los fervorosos neosanchistas que han surgido como setas en los medios de comunicación y en el PSOE. Hay que recordar lo que decían en público, pero sobre todo en privado, sobre el entonces candidato a secretario general. Era inmisericordes. No sólo contra Madina sino luego contra Susana. Por supuesto no tengo en cuenta al superviviente Patxi López porque es irrelevante. Es un profesional y tiene claro que se quiere jubilar ocupando cualquier cargo público. Sánchez es muy listo y su capacidad de supervivencia es fascinante. Los que le criticaban le hacen ahora la pelota y los que quisieron acabar con él se han tenido que humillar para tener algún cargo. ¿Alguien puede poner en duda su capacidad política? Lo bueno de los pelotaris es que siempre están en primera línea de saludo con él y, por supuesto, con quien le suceda.
Ahora tenemos sobre la mesa el tema del rescate. No ha pasado tanto tiempo que nos impida recordar lo que decían los neosanchistas, los dirigentes socialistas y, por supuesto, los podemitas sobre que habiamos sido rescatados. La excusa fueron las ayudas para hacer frente a la crisis de las cajas de ahorro, que estaban gobernadas por socialistas, sindicalistas, populares y comunistas. Era la España de los recortes del malvado PP. No importa que no se pidiera el rescate, como reclamaban a Rajoy algunos ministros y muchos empresarios, porque la «Brunete de la izquierda» arremetió con el vigor que le caracteriza y aseguró que habíamos sido rescatados. Era irrelevante que la economía estuviera arrasada tras el paso del Gobierno y la caja pública llena de telarañas. Por ello, resulta muy interesante ver cómo Sánchez prepara a la opinión pública asegurando que «no hay que avergonzarse» por pedir ayuda al fondo de rescate Mede. Lo que antaño era un estigma para arremeter contra el PP ahora resulta que «lo que no tiene sentido es crear instrumentos y que luego nos de vergüenza utilizarlos». Lo más fascinante será comprobar cómo la «Brunete de la izquierda» ofrecerá ahora un mensaje distinto y Sánchez será un gran estadista con sensibilidad social. Los recortes serán culpa del Covid-19. Por supuesto, ahora no toca criticar sino asentir. La idea es que suceda como en un trirreme romano con los dirigentes social-comunistas en el puente y la oposición encadenada a los remos.
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