Política

No es tiempo para vacaciones

El control de la pandemia es condición sine qua non para evitar que la economía española, que ya tiene el triste récord de ser la que más caída ha experimentado en la zona euro, se desplome hasta niveles no conocidos.

Pero no dejan de recibirse golpes, el último, las medidas que ha tomado el gobierno italiano exigiendo pruebas PCR a todos sus ciudadanos que hayan estado de turismo en España.

Italia es el quinto lugar de procedencia de turistas, pero el mayor daño no es económico, sino que crece la cascada de países que penalizan a España por alto riesgo de contagio.

La autoridad sanitaria va demasiado despacio. Después de que varios expertos llevaran días apoyando la prohibición de fumar al aire libre y de que Galicia lo haya puesto en marcha, por fin, la aprobó ayer el Consejo Interterritorial.

No es la única medida que reclaman los especialistas en Salud Pública que, por cierto, no forman parte de la estructura institucional. Los microconfinamientos, el aumento de rastreadores y que los criterios y medidas sean los mismos en todo el territorio nacional y no dependa de los intereses o de las presiones a que esté sometido un gobierno regional, son parte del paquete que proponen.

España es uno de los países europeos que arroja peores cifras en esta segunda oleada de la Covid-19. A pocas semanas de la fecha en que se levantó el estado de alarma, se han producido focos de transmisión comunitaria en, al menos, dos comunidades autónomas, el virus ha llegado a las residencias de personas mayores y los focos detectados se han disparado por toda la geografía nacional.

Todo apunta a que cada vez es más probable que, en otoño, se repita un confinamiento total. La situación hospitalaria puede ser trágica si se mantiene la carga viral actual porque pasado el verano podría coincidir con la gripe.

Pedro Sánchez ha iniciado sus vacaciones, se supone que para transmitir tranquilidad respecto a la situación, pero no es momento de marketing y debería haber aprendido, en marzo, que tomar tarde las medidas supone meses de retraso en la recuperación.

Es momento de crear un comité de crisis nacional que debería liderar el presidente del Gobierno. Donde participen los principales partidos del país, así podríamos comprobar si su sentido de responsabilidad de Estado está por encima de los intereses partidistas.

También se hace urgente crear realmente un grupo de expertos más amplio y dirigido por otras personas, Fernando Simón debería dar un paso al lado y seguir trabajando con otros expertos, pero no como máximo responsable.

La estructura actual está agotada y no va a aportar nada nuevo, salvo enconarse en defender todas y cada una de las decisiones que han tomado desde el inicio de la crisis.

La última lección que debería quedar aprendida es que tener una buena red de hospitales y centros de salud y médicos bien formados y comprometidos no es suficiente para evitar un colapso sanitario. No debería ser tiempo de descanso para el gobierno.