La perspectiva argentina de la Guerra de las Malvinas ha sido relativamente desatendida. La explicación de esta asimetría estriba en que la dictadura militar impulsó una estrategia de «desmalvinización», y los gobiernos democráticos después también, procurando reducir lo sucedido a la demonización de los «milicos». Después de todo, no había perdido solo un ejército sino también un ejército que gobernaba un país.
Francisco Cancio intenta equilibrar la cuestión en su interesante libro «Enmienda. Una revisión de la causa y el actuar argentino en la Guerra de las Malvinas», que acaba de publicar la Editorial Librería Náutica Robinson, con prólogo del almirante Molina Pico, hoy retirado, pero que fue comandante del destructor «Hércules» y combatió en Malvinas. Cabe comprender el silencio desde el lado argentino, porque la derrota es amarga: en las guerras, como dice Cancio, no hay segundos premios, ni copas de plata. Pero una cosa es eso y otra es distorsionar el pasado, alegando que los militares argentinos se condujeron torpemente en ese conflicto, y que su origen fue exclusivamente un intento de la dictadura para recomponer su imagen, lo cual, por cierto, consiguió de una manera espectacular. Conviene recordar el entusiasmo de la multitud en la Plaza de Mayo, vitoreando a Galtieri.
El diestro relato de Francisco Cancio muestra que, como suele suceder, la realidad es bastante más compleja de lo que parece. Por ejemplo, y por mencionar el episodio más dramático, la retirada de la Armada tras el hundimiento del «General Belgrano» fue algo perfectamente lógico: los buques argentinos no podían defenderse de los submarinos nucleares británicos. Como también lo fue la decisión del siniestro capitán Astiz de rendirse en la Georgias. Y, naturalmente, la del general Menéndez, con la rendición final.
Excluyendo algunos fallos de redacción que afean el texto, como el error de usar infringir en vez de infligir, y poco más, este libro me ha gustado mucho. Con un gran respeto hacia los que lucharon y en especial a los que murieron, argentinos y británicos, Francisco Cancio va desgranando detalles que nos permiten situar el conflicto desde diversos ángulos, desde la no considerada hipótesis de la guerra total hasta el notable entrenamiento de los pilotos argentinos en Francia, desde la lucha en tierra hasta la submarina, desde el papel de Estados Unidos hasta el de Chile, y presenta valiosos testimonios de destacados protagonistas.