Ministro fake

Llegó y pasó el 6 de diciembre con el ministro Ábalos dando en Twitter un cartel donde AP pedía la abstención… en el referéndum de la OTAN de 1986. Como José Luis es muy cuco tampoco muestra el cartel de la UCD, que igual que AP pidió el «Sí»: «Una Constitución democrática. Vota sí a la concordia». Tampoco comenta que la abstención fue promovida por el PNV. Y olvida que el «No» fue cosa de de ERC, Euskadiko Ezkerra, Herri Batasuna, Falange Española de las JONS, Fuerza Nueva, Alianza Foral Navarra, la Unión Carlista y el Partido Comunista de España (marxista-leninista), fuerza política detrás del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), la organización terrorista donde militó el padre de Pablo Iglesias… según explicó Pablo Iglesias en su pintoresco homenaje a Santiago Carrillo: «Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del FRAP y habiendo militado donde milité, tiene su mérito admirar a Carrillo» (Diario Público, 18/09/2012). Lo peor, claro, no es la obcecación en la falsificación histórica de un ministro de Transportes que, según recuerda Fernando Asunción en Vozpópuli, largó en un mitin de 2018 aquello de que «Tiene gracia que te vengan de constitucionalistas aquellos que propusieron la abstención, porque la derecha de hoy donde hay que encontrarla es en Alianza Popular». Como comenta un amigo y maestro, aparte de mentir, Ábalos coloca a AP justo antes del cartel de Fuerza Nueva. Lo peor es la asombrosa facilidad con la que estigmatiza a millones de votantes, arteramente grapados junto a una formación fascista. Olvidando/ocultando que los herederos del franquismo, marginales y ruidosos, remaron en una dirección idéntica a la de todos y cada uno de sus actuales socios de gobierno. Empezando por esa excrecencia de izquierda reaccionaria llamada Unidas Podemos; siguiendo por el golpismo patrocinado por ERC; rematando por quienes tienen sus pueblos engalanados con carteles de homenaje a los asesinos de cientos de españoles. Pero los enemigos de la democracia estaban en la foto de Colón y Otegi apoya los presupuestos para «abrir una ventana de oportunidad a la democratización de España». Qué redondos los tienes, José Luis, darling.