Economía
Merecido Warren
Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, también tiene toda la arrogancia necesaria para proclamar que él sabe lo que nos merecemos. Publicó un artículo en «El País» que empezaba así: «Seguimos dando pasos hacia la España que nos merecemos. Con estrategia, planificación y marcando un rumbo hacia la recuperación y la transformación. Sabemos hacia dónde vamos».
Es una proclamación colectivista que puede poner en riesgo la libertad y los derechos de las mujeres. Parece que Warren no entiende a España como un conjunto de mujeres libres y responsables, cada una con sus derechos, sus méritos y sus criterios, sino como una tribu sometida al jefe y que sigue dócilmente sus pasos. Porque él, no las personas, planifica, marca el rumbo y sabe adónde va. Para desembocar en una conclusión tan absurda hay que encadenar una serie de falacias antiliberales. De entrada, sugiere que la economía no padece contratiempos debido al intervencionismo del Gobierno, sino que, al contrario, es el Gobierno el que felizmente la libera de dichos descalabros. Porque sabe. Concretamente, tiene el bálsamo de fierabrás: una «apuesta decidida… absoluta… por el vehículo eléctrico». Cuando un gobernante habla de «apostar» puede usted estar segura de que nunca es con su dinero. Warren «apuesta» por el coche eléctrico porque todo son ventajas: «Mayor valor añadido… incremento de la productividad… empleo de calidad con mayores salarios… industria estratégica… impulso a la innovación… cohesión territorial». Y, por supuesto, diferenciarse del horrible pasado ajeno: «Subsanar el grave retroceso al que las políticas de I+D+i se han visto abocadas durante la última década en España».
Ni Warren puede ocultar que en este paraíso verde y digital hay nubes, pero él solo observa una: el coche eléctrico es caro. ¡Intolerable para un Gobierno progresista empeñado en «cerrar las grandes brechas económicas y sociales»! Warren lo resolverá con «potentes medidas de estímulo de la demanda». Que ayudarán a pymes y autónomos. Y «colaboraciones público-privadas», no vaya usted a creer que son comunistas. Es la gran fiesta de dinero público, que… ¿no es de nadie?
Sí, señora, ya lo sospechaba usted: Warren Sánchez no dice ni una sola palabra, en un larguísimo artículo de una página entera en «El País», sobre usted, la que va a pagar la cuenta.
En resumen, las mujeres no se merecen la brecha que les abrirá Warren, que nos lleva hacia la España que, según él, nos merecemos.
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