Sociedad

Liderazgo

Especialmente es vital promover y respetar en política la dignidad humana y poner en el centro en cualquier ámbito, lo mejor del ser humano.

En medio de una contienda política abrumadora, con activistas políticos como colaboradores en ciertos medios y unos partidos con algunas ideas radicalizadas e irreconciliables, se está celebrando un curso de liderazgo y buen hacer en misiones de paz, en la Escuela de Guerra del Ejército, que proporciona un imprescindible servicio académico e intelectual a las necesidades del Ejército español sobre temas como seguridad, defensa, liderazgo e inteligencia.

El pasado lunes tuve el honor de participar como ponente en dicho curso de observadores en misiones de paz, dirigido a fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a civiles comprometidos con los procesos de paz en todo el mundo.

La exposición de la psicóloga militar Pilar Bardera fue clarificadora: El dolor psicológico impacta cuatro veces más que el físico y puede derivar en depresión, ansiedad, consumo de sustancias o trastorno de estrés postraumático.

Siempre he pensado que la vida es una oportunidad y que algo de dificultad e incluso de estrés, ayuda si aprendemos a diversificar la vida y a afrontar lo que venga con autoconfianza, aceptación, adaptación y flexibilidad.

Esa misma tarde, en la radio, mi querida y admirada Mª Jesús Álava Reyes, hablaba acerca del liderazgo en estos términos: “El liderazgo en valores habla desde la honestidad, la transparencia, la empatía, la escucha y la coherencia” y citaba como grandes líderes en valores a Rafael Nadal, quien sigue cosechando victoria tras victoria, y servidora (un honor escuchar desde hace años: “a mis hijos les pongo como ejemplo a Nadal y a tí”).

La prestigiosa psicóloga explicaba que un buen líder logra motivarnos en momentos difíciles. “Muchas personas podemos ser buenas en lo que hacemos, pero el líder es brillante, coherente y comprometido. Hoy precisamos líderes de verdad, coherentes y generosos, que escuchen y pongan a las personas en el centro, que se comprometan con su misión, que actúen con ética y trabajen desde el respeto más profundo”.

Pues estamos completamente de acuerdo y muy agradecidos tanto por unas eficaces jornadas por pacificar procesos y conflictos, como por la exaltación de los valores humanos que buena falta le hacen a nuestro país, especialmente es vital promover y respetar en política la dignidad humana y poner en el centro en cualquier ámbito, lo mejor del ser humano.