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El timo de la luz

La ministra de Igualdad (y su marido) echaban fuego por la boca cuando a Rajoy se le ocurrió subir el recibo eléctrico un 4%

Avanza la agenda globalista 2030 con nuestro Gobierno entusiasmado, cumpliéndola al dedillo: no al consumo de carne animal (otra cosa será la sintética de laboratorio), penalización a la coca-cola, fuera diésel, gasolina y aviones para trayectos cortos e impuestos verdes, tasa ecoturística y subidón en el recibo de la luz, que como todo el mundo sabe solo va a afectar a los ricos, porque los pobres no ven la televisión, no tienen frigoríficos ni microondas ni mucho menos lavadora o lavavajillas.

De modo que como sólo los presuntos ricos gastan electricidad, adelante con este timo de la luz disfrazado de «sistema de discriminación horaria», que en la práctica supone que va a ser mucho más caro hacer el cocido, salvo que lo guisemos en el horario de Drácula mientras lavamos y planchamos la ropa, y ponemos la vajilla en el friegaplatos. Se trata de trabajar de día y cocinar de noche. Dormir ya dormiremos los fines de semana, que para eso han tenido el detalle de ponernos la tarifa barata los sábados y domingos.

La ministra de Igualdad ( y su marido) echaban fuego por la boca otrora contra Rajoy. Se le ocurrió al gallego una subida del 4% en el recibo eléctrico. Ellos han elevado el kilovatio/hora un 70% en abril a las empresas. Nadie lo critica. Por supuesto no dice ni pío Irene Montero, que acusó al PP de obligar a las familias a poner la calefacción a deshoras.

Entonces era voluntario. Ahora obligatorio para ricos y pobres. Aunque se ve que en España ya no quedan pobres. Están arruinados.