Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: De unilateralis et indultus Petri

Se trataba de saber qué opinaba Junqueras sobre el pasado pero a ver quién lo titula ‘Mirando al pasado’. Ah, el futuro: la política se ha llenado de estas palabras que no significan nada

Al fin se ha publicado la encíclica de Oriol Junqueras ‘De Unilateralis et indultus Petri’. Está escrita en la quietud de la celda a la luz de la vela de la libertad de os pueblos oprimidos. Junqueras, santón republicano, da la bendición a que lo saquen a la calle. “Aleluya”, se dicen en Moncloa. Trufa el texto de señales de un nuevo tiempo para la mayoría de investidura y las parábolas del palomo blanco de la Plaza de Cataluña, la zarza ardiendo, la caída del caballo y la pedrada en el casco de un madero en la plaza de Urquinaona.

El texto se titula ‘Mirando al futuro’. Se trataba de saber qué opinaba Junqueras sobre el pasado pero a ver quién lo titula ‘Mirando al pasado’. Ah, el futuro: la política se ha llenado de estas palabras que no significan nada y que todo lo envuelven como una bruma. Ha dicho Ione Belarra que Podemos es el partido del amor como si los demás partidos lo fueran de otra cosa. El mañana, la concordia, el diálogo, la paz y la superación de las diferencias a la que se alude de manera constante sirven para justificar las peleas más sonadas y los odios más profundos.

Cuando me hablan de la paz, me echo a temblar. Gracias al uso de palabras debidamente engrasadas, la virtud se ha apartado hasta tal punto de su apariencia que Arnaldo Otegi es considerado un hombre de paz. Uno coloca la paz en la frase y a ver quién es el guapo que le lleva la contraria. Por ejemplo, en el discurso pro indultos se habla mucho de la paz Cataluña, como si hubiera habido una guerra. Cuando uno levanta el dedo se le adscribe automáticamente la voluntad de meter los tanques en Barcelona.

También se dice mucho lo de mirar adelante, un lugar común que cuela incluso en el independentismo que avanza hacia 1714. Junqueras también menciona mucho lo del encuentro y la cosa de todos los catalanes, cosa extraña en boca del tipo que vulneró los derechos de los catalanes. Dicen que ha dicho que renuncia a la unilateralidad, pero yo no lo veo por ninguna parte, quizás cuando Junqueras espera que no les obliguen de nuevo a hacerlo. Moncloa esperaba una señal que le diera oxígeno y es posible que le sea suficiente para terminar la legislatura. Sánchez aguanta debajo del agua más que un ballenato.

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