Yolanda Díaz

Una gran farsa

Yolanda Díaz, ferrolana como Franco, se emocionó al anunciar la fake-bajada de parados durante los últimos meses, hecho histórico, según la aspirante a influencer, cuando la realidad es que los autónomos no levantan cabeza, que muchos trabajadores continúan en ERTE y que ese mínimo subidón de afiliados a la seguridad social se debe a la época del año y a los contratos temporales que se producen cada año por estas fechas, sin tener en cuenta tampoco los contratos basura que crecen como la mala yerba, por aquí y por acullá. Escribo yerba y no hierba porque me parece más castizo y más cañí y, además, porque me apetece y suelo hacer siempre que puedo lo que me pide el cuerpo, que ya soy mayorcita. Soy de los baby-boomers, formo parte del grupo de esos once millones de españoles que tendrían que hacer “un esfuerzo” de sostenibilidad que implicaría o “un pequeño ajuste” en su pensión o “trabajar algo más”. ¿Algo más? Trabajo desde los dieciocho años, o sea, estoy afiliada a la seguridad social desde esa tierna edad porque llevo a gala haber estudiado y trabajado al mismo tiempo, y todavía se me pide que siga cotizando más de lo que ya tenía calculado merced a las “palabras desafortunadas” que el ministro Escrivá, titular de una de las veintitrés carteras de un gobierno que goza de unos mil ochocientos asesores nombrados a dedo para que los currantes sigamos aportando pelas al fisco y puedan cobrar sueldos millonarios por hacer nada o, lo que es peor, dar por saco a diestro y siniestro. La ministra influencer comentó al respecto que “no me toca hacer reflexiones, creo que el ministro ya ha dicho lo que tenía que decir”. Y se quedó tan ancha. Aquí nadie da explicaciones, solo se cuentan mentiras. La nueva de Sánchez asusta porque asegura que no habrá referéndum en Cataluña cuando probablemente ya tiene la fecha pactada para seguir recibiendo apoyos y dilatar al máximo su estancia en Moncloa. ¡Señor, Señor! ¿Qué hemos hecho para merecer esto? ¿Quién mal parió a Redondo que no deja de mal parir ideas siniestras que están llevando al país a un camino casi sin retorno? “La vía sería un referéndum consultivo territorializado” ¡Aggg! Resulta estomagante la gran farsa forjada por “el brazo mediático del sanchismo, que comenzará a dar forma al nuevo marco interpretativo: la nueva España de Sánchez nacerá de la ley a la ley”. Lo dicho, un camino sin retorno.

Por su parte niña Isabel Ayuso, que menos mal que existe, monta un manto protector que caiga sobre nuestro vilipendiado y vejado idioma, el español, que nos libre de la náusea que nos produce el “ellos, ellas y elles”, del infame lenguaje inclusivo que no sabe defender la RAE ni el Instituto Cervantes. Claro, al frente de este último está un ultra comunista que le baila el agua a la mamarracha de la Montero (no me pregunten cuál de las dos, porque las dos lo son, pero aun así aclaro que, en este caso, me estoy refiriendo a la bocachancla de Irene), tolerándole cualquier ocurrencia que agreda a la rica y bella lengua de Cervantes, de Quevedo, de Cela y de todos los que nos civilizaron con su literatura y que deben estar removiéndose en sus tumbas ante tamaños despropósitos.

CODA. A la pobre Leonor le encasquetan la estupidez de tener que hablar en el lenguaje vernáculo de cada región, algo que nadie le va a agradecer porque los miserables independentistas la arrastrarían por el adoquinado sin compasión por mucho catalán que largue. Pero es lo que le ha tocado por ser hija de su Padre y parece que lo asume con serenidad y, lo que es mejor, con inteligencia