Opinión

Y el pobre Planas sigue en Agricultura

El ministro no ha logrado su aspiración de pasar a Asuntos Exteriores

La continuidad de Planas al frente del Ministerio de Agricultura puede verse desde dos puntos de vista. Primero, como un éxito del ministro de Agricultura, porque continúa en el Gobierno y es uno de los pocos que quedan del equipo inicial de Sánchez. O, por el contrario, como un fracaso, porque no ha logrado su gran aspiración de salir de este departamento y pasar a Asuntos Exteriores. Ya es la segunda vez que no lo logra. Durante los últimos meses ha insistido en su vocación negociadora, en su experiencia en puestos de Bruselas y en su paso por la diplomacia, aunque fuese por la puerta de atrás: es verdad que fue embajador en Marruecos y representante permanente (embajador) ante la UE, pero ambos nombramientos fueron políticos.

La verdad es que el momento en el que se ha producido la crisis de Gobierno no ha podido ser peor para las aspiraciones de Planas. Este miércoles ha convocado una reunión con los consejeros autonómicos para alcanzar un gran pacto sobre la aplicación de la PAC en España y la elaboración del Plan Estratégico nacional. Tras varios años de no hacer nada, ahora Planas ha pretendido en las últimas semanas lograr ese acuerdo por la vía rápida. Quizás tenía la esperanza de haberlo alcanzado antes de la crisis de Gobierno, para exhibir este «triunfo» ante Sánchez y argumentar que su «trabajo» en Agricultura ya había terminado, por lo que podía «saltar» a otras carteras. Finalmente no ha podido ser y ahora tiene que enfrentarse, sí o sí, a la negociación de lo que él llama «los parámetros políticos básicos» de la nueva PAC, pero también del desarrollo de los mismos, algo que pretendía evitar. No podrá ponerse de perfil.