Reserva Federal

Jackson Hole y el Papa Ratzinger

La biografía de Ratzinger, de Seewald es ahora toda una guía políticamente incorrecta

Powell es el presidente de la Reserva Federal (FED), el banco central de los Estados Unidos. Es también –Biden aparte y su fiasco en Afganistán– el hombre más poderoso del mundo. Él es sumo sacerdote monetario del dólar con el poder de crear y destruir dinero. El mundo libre, que contempla inane la apoteosis –también machista– talibán, vive pendiente de una señal de Powell esta semana en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole (Wyoming) a la que, por cierto, no acudirá Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE). El mundo de los tipos de interés por los suelos y los manguerazos monetarios agoniza. Estados Unidos, otra vez, irá por delante y solo falta que Powell anuncie que la FED empezará a reducir las inyecciones de liquidez, es decir, que destruirá dinero en vez de crearlo. Las consecuencias afectarán a la vida de los ciudadanos más que cualquier otra decisión de los Gobiernos, ya sea el de Biden, el de Merkel o el de Sánchez. En Europa, el BCE lo retrasará todo lo que pueda, pero también transitará por la misma senda, lo que supondrá el inicio de una nueva era económica, social y política. Nada volverá a ser como antes y habrá que prepararse para prevenir otros colapsos como el afgano. La monumental biografía del Papa Ratzinger, «Benedicto XVI: Una vida», de Peter Seewald, disponible en castellano, emerge como una guía para los tiempos nuevos. El pontífice emérito, el mayor intelectual católico en décadas, intentó tender puentes de paz hacia el islamismo, a pesar del ser el origen de regímenes crueles como el Saudí o el talibán, mientras que Francia, Alemania o Canadá surgieron del cristianismo. Ratzinger, que desde la Iglesia entronca con los liberales Von Mises y Hayek, tildaba de «banda de ladrones» a los Gobiernos no sujetos al derecho y las leyes democráticas. Jackson Hole, más allá de la anécdota, no solo es un aquelarre monetario, sino la diferencia entre la barbarie y la ley. Entre los talibanes y Ratzinger, cuya biografía no deja de ser un tratado de libertad, también económica. Lectura exigente y larga, fascinante y políticamente incorrecta.