Opinión

El cuaderno de Chapu Apaolaza: Gretamanía

Greta Thunberg tiene ya 18 años, pero te canta las cuarenta desde chica. Ahora pide a las sociedades que presionen a sus gobernantes, y eso va a funcionar mejor que lo contrario

Notas del 3 de noviembre, de los árboles caen las hojas en filigranas imposibles, casi como de derogar la reforma laboral de acuerdo con la CEOE, que es lo que ha dicho hoy Sánchez. Hay sanchismo verbal y cumbre del clima en Glasgow. Los políticos se ponen muy serios con el mañana , pero en realidad, lo suyo es el pasado mañana-. En lo del clima, de pronto surge esa hermandad utópica como de retiro espiritual donde todo el mundo no es colega, pero sí es congénere, y te encuentras en el baño de la cumbre a gente a la que saludas como si los conocieras de toda la vida, pero en realidad no sabrías decir si son un concejal de Bollullos del Condado o el primer ministro de Papúa Nueva Guinea.

He visto a la niña Greta. Ya no será tan niña. Oh Greta Thunberg, Greta de la Gretería, el día en que tú naciste, grandes señales había: el mundo se acababa, la mar estaba crecida, tanta lucha, tanto grito, dieron lugar a la ‘gretamanía’. Una de las cosas más extrañas en la política de los últimos años ha sido la superposición absoluta entre el problema del clima y la figura de una colegial sueca. Con los niños, uno ya no se sabe: lo mismo te dice el Gobierno  que no pueden entender un anuncio de galletas que te meten una bronca sobre el mercado de las emisiones en la sede de Naciones Unidas y les hablan a los presidentes como si fueran sus panas.

Greta tiene ya 18 años, pero te canta las cuarenta desde chica. Ahora pide a las sociedades que presionen a sus gobernantes, y eso va a funcionar mejor que lo contrario. Cuando la gente echa la bronca a los mandatarios es una cosa y otra muy distinta, que los mandatarios echen la bronca a la gente. Siendo el mensaje el mismo, los resultados son muy distintos. Dale al personal que elija: el fin de siglo o el fin de mes, y verás. Greta lo sabe, por eso ahora sale menos en la tele. Antes viajaba de Glasgow al Círculo Polar Ártico en bicicleta y de Washington a San Remo, a remo; los zagales estaban con ella. Como junto a la estufa en casa no se está en ninguna parte.

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