Díaz y las Mónicas

Si hay algo que se le debe reconocer a Podemos es su intuición para saber cuándo las cosas le van mal al PSOE y utilizarlo como baza. Así nació, y consiguió llegar al gobierno de España.

Cuando el bipartidismo ha sido sustituido por la política de bloques, llegar a Moncloa es algo más complejo que ganar al principal partido de la oposición.

Yolanda Díaz tenía la complicada misión de sustituir a Pablo Iglesias, que era el protagonista en todas las salsas, y está haciendo bien su trabajo. Le interesa la comunicación y se ha dibujado un perfil de más izquierda que el Partido Socialista pero más amable que su antecesor. Los medios de comunicación la tratan bien, no sufre ataques graves y eso viene bien para debilitar al PSOE que, por otra parte, no ha rentabilizado ni un voto de Ciudadanos.

La operación de Valencia, ese acto conjunto con las Mónicas, Oltra y García, es todo un símbolo de que hay una estrategia a la izquierda de Sánchez. Probablemente, nace como alianza coyuntural que beneficia a las tres, pero tiene más calado.

Ximo Puig está fuerte y Oltra no quiere volver a enfrentarse a una campaña electoral con el pie cambiado. Un pacto de las nuevas izquierdas le da visibilidad y, además, actúa como anfitriona.

Por su parte, Mónica García necesita recordar que sigue aquí. Se apuntó como una heroicidad vencer al PSOE de Madrid, pero después del 4-M no se ha vuelto a saber de ella.

Ganar a Gabilondo tenía poco mérito, su política de no oposición al PP capitalino le ha servido para ser nombrado defensor del Pueblo sin veto alguno, pero dejó humillada a la organización socialista.

Eso sí, la estrella en Valencia será Díaz, que aspira a meter un buen bocado a Sánchez en las próximas elecciones liderando la oposición de izquierdas.