Cuartel emocional

Querida gacela

Lo mejor de cumplir años es acumular recuerdos, todo eso que nos llevamos por delante cuando llega la hora de dar cuenta a nuestra propia conciencia, que es el Dios de cada uno. Por suerte a algunos nos queda mucha guerra que dar pero lo que tenemos ya acopiado no nos lo quita nadie, sobre todo a quienes empezamos a vivir de forma prematura. Quiero decir con esto que mi padre consideraba que yo iba demasiado de prisa pero cuanto más rápido avanzamos en la experiencias, más recargadas llevaremos nuestras maletas cuando nos toque emprender el viaje más largo.

La Policía, que no es tonta, se ha incautado de la correspondencia de quien fue embajador en Venezuela en tiempos de Zapatero, Raúl Morodo, con los jerarcas del chavismo pidiéndoles negocios millonarios para su hijo Alejo. ¡Quien me lo iba a decir! Lo conocí por ser amigo de González Seara, Decano de la Facultad de Ciencias Políticas de Madrid en los setenta, el centro universitario más polarizadamente antifranquista, a cuyos estudiantes más comprometidos en la lucha política defendió con valentía. En Políticas formó un potente tándem con el profesor titular y futuro catedrático, también gallego, Raúl Morodo, estrechamente vinculado al Profesor Tierno Galván. No fue en aquella época cuando la vida me unió en amistad con Luis González Seara y su mujer la bella Carmela García Moreno, también política del partido del que fue fundador, la UCD de Adolfo Suárez, sino más tarde como pueden imaginarse por cuestión de edad. Pero tanto Luis como Raúl en los años que los traté, eran personas legales, decentes y honestas. ¡Y ahora va el embajador de España y nos sale con estas! De seguro que su amigo y compañero Luis no se lo hubiera perdonado. Una publicación acaba de sacar a la luz las cartas enviadas a Delcy Rodríguez, encabezadas con un “querida gacela”. O sea que además de presunto tramposo nos sale cursi. ¡Vaya por Dios!

En los tiempos de lucha por conseguir una España democrática, en aquel glorioso 78, se votó y se aprobó una Constitución que, hasta hoy, nos ha servido para mantener el orden democrático creado a partir de la muerte de Franco, el gobernante que hoy resulta tan útil para crear cortinas de humo y tapar las muchas deficiencias de un Estado manejado por partidos de ultraizquierda que quieren alterar la ley y la Carta Magna y cargarse las instituciones. Por si fuera poco el principal partido de centro-derecha se empeña en irse a la mierda a fuerza de guerrillas internas, de envidias, de dimes y diretes, de bloqueos de whatsapps y bobadas por el estilo. Me dan ganas de vomitar. Y no porque me meta los dedos como la bulímica Lady Di, de quien se estrena película/basura, de quien estamos ya hasta el moño y de quien queremos ya descansar para que ella descanse también en su tumba. ¡Qué pesadez!

Y mientras Casado finge que dentro del partido todo está en orden, agricultores, transportistas muchos más sectores van a la huelga y aquel no aprovecha el tirón para ganarse a los descontentos. Su estupidez es infinita porque difícilmente se va a ver en otra ni los españoles vamos a tener tantas oportunidades de vernos libres de tiparracos como Rufián, Otegui y demás escoria política.

CODA. Cayetana Álvarez de Toledo publica “Políticamente indeseable”, que no leeré porque soy muy selectiva a la hora de dejarme lo que queda de mis ojos en un blanco sobre negro que no me aporta nada. Pero me parece excelente que se vacíe a lo largo de quinientas y pico páginas escribiendo acerca de lo desolador que resulta el espectáculo de los representantes de la soberanía nacional actuando como costaleros de sus jefes políticos y lamiendo sus culos hasta con cierta lujuria. (Perdonen la ordinariez pero una empieza a estar ya harta).