Pandemia

Igual

Aunque nadie pueda pretender que las cosas cambien mientras continúe haciendo lo mismo, algunos lo siguen intentando

¿Cómo actuarán los dirigentes ante la nueva oleada ómicron del virus? El futuro inmediato se puede atisbar teniendo en cuenta el pasado reciente. No parece que ómicron sea en absoluto peor que sus hermanos antecesores (dicen que ha surgido del cuerpo de un inmunodeprimido, y la mayoría estamos deprimidos, aunque no inmunitariamente hablando…), pero la alarma al respecto aumenta más que la inflación. Tampoco nos dan demasiados datos de infectados, ingresados o muertos por coronavirus. Así, resulta difícil, teniendo en cuenta la experiencia pasada, albergar gran confianza en las decisiones que se puedan tomar (vean lo que ocurre ya en algunos países). Pienso que, si estos dirigentes políticos que tenemos hoy fuesen científicos en un laboratorio, siempre obtendrían el mismo pésimo resultado en sus experimentos, y aún así usarían una y otra vez idénticos métodos y materiales. O sea: al no cambiar nada, les explotaría el experimento todas las veces. Mejor dicho: ellos jamás sufrirían daño alguno, porque verían el experimento cómodamente instalados en un mullido sillón, detrás de una pantalla blindada. Pero el objeto de estudio detonaría, se destruiría en pedazos, aunque se tratase de un ser vivo. Podrían compararse con científicos inicuos de esos que, no solo causan lesiones y dolor inútil en sus conejillos de Indias, sino que son tan bobos que los someten a las mismas villanías una vez y otra…, hasta lograr la extinción de la especie. Ensayadores que esperan que algo cambie aunque las condiciones invariablemente sean las mismas… ¡porque las deciden ellos! Albert Einstein creía que quien atribuye sus fracasos y penurias a una crisis ajena, boicotea su propio talento y demuestra que siente más respeto por los problemas que por las soluciones. Vivimos en un mundo confuso, con conflictos que también lo son, sin embargo parece que tanto los países como las personas, como diría el viejo Albert, se ven lastrados por la pereza a la hora de buscar remedios. Y, aunque nadie pueda pretender que las cosas cambien mientras continúe haciendo lo mismo, algunos lo siguen intentando: con la misma fórmula, asegurándose la catástrofe.