Pablo Casado

‘Mateo, 19: 23-30′

Notas del 15 de diciembre, niños y agujas. En la tradicional Sesión de Control a la Oposición de los miércoles en el Congreso, Pablo Casado ha soltado un “Coño” atiplado y timorato, un ‘coño’ secundario y de eco, sombra de otro ‘coño’ que le dijo Sánchez hace cinco años a Mariano Rajoy.

En otro registro, Yolanda Díaz le ha ha citado al jefe de la oposición unos versículos del Nuevo Testamento. Dónde quedó Karl Marx. La ministra de Trabajo estuvo con el Papa recientemente y ahora quiere ser la santa madre de España. Me gusta la gente que de pronto hace las cosas de la gente con la que pasa un tiempo, como esas personas a las que se les pegan los acentos. Cuando se reúne con Antonio Garamendi, parece un anuncio de YSL. A la vuelta de Roma anda por ahí vaticana, apostólica y cuqui, y por eso en sus discursos hace referencias indirectas a las doce tribus de Israel.

Asaltar los cielos era esto. Jesús lavó los pies de sus discípulos y Yolanda le hizo el pelo a Mónica Oltra en un coche oficial camino de un mitin. Oh, Yolanda, papisa de Fene, le ha citado a Pablo Casado el pasaje bíblico del evangelio San Mateo, 19: 23-30. Va de que Jesús reúne a sus discípulos y les dice: “Difícilmente entrará un rico en el mundo de los cielos”. Se entiende que el Gobierno nos llevará a la santidad por el camino de la miseria. Tiene sentido argumental en esta izquierda y en este país donde lo que de verdad importa no es que no haya pobres, sino que no haya ricos. Por eso en la izquierda indigna más Amancio Ortega que las colas del hambre.

Hay quien dice que cuando esto pase, en la tribuna de prensa del Congreso van a instalar el órgano de la basílica de San Ignacio de Loyola. Iván Redondo tocará la misa de coronación de Mozart. Cuentan que, más que en Moncloa, Redondo quiere sentar a Yolanda en el sillón de San Pedro (o Pedre). Sánchez ya le ha advertido: “Ojo, Yolanda. El Papa soy yo”.