Vladímir Putin

El imperialismo ruso

«El presidente ruso ha demostrado que es capaz de llevar los pulsos hasta el final»

El gobierno ruso, a veces tengo la tentación de escribir soviético, ha planteado una serie de exigencias para acabar con la escalada militar del conflicto de Ucrania. A pesar del paso del tiempo, la realidad es que recuerda mucho a la Guerra Fría. Es una lucha de poder e influencia donde cada potencia establece, como ha sucedido siempre, su área de influencia. No hay ninguna duda de las intenciones de Putin, pero si queremos hacer un análisis objetivo, más allá del fervor patriótico o las obviedades, hay que entender que no quiere a la OTAN y Estados Unidos en sus fronteras. Es una clara limitación de la soberanía de Ucrania y otros países, pero es bueno recordar lo que sucedió con la Crisis de los Misiles en Cuba en octubre de 1962. Kennedy no aceptó la instalación de bases de misiles nucleares de alcance medio de origen soviético en la isla. Kruschov tuvo que retirarlos a cambio del compromiso de que los estadounidenses no invadirían Cuba y retirarían los misiles nucleares instalados en Turquía e Italia. La crisis estuvo a punto de provocar una guerra entre ambas potencias.

No es fácil saber que sucederá en esta ocasión, aunque no creo que Putin esté dispuesto a aceptar que Ucrania se incorpore a la OTAN. Es una cuestión tanto de orgullo como de seguridad nacional. Es cierto que se sabe cómo comienzan las guerras, pero su final, cuando se trata de grandes potencias militares, es incierto. El presidente ruso ha demostrado que es capaz de llevar los pulsos hasta el final y en su momento ocupó Crimea e impulsó el proceso secesionista de la minoría rusa. No parece probable que emprenda una invasión en toda regla, que sería muy costosa en todos los sentidos, pero la realidad es que no devolverá los territorios ocupados y que las amenazas de Estados Unidos y la UE le resultan indiferentes. Se ha especulado mucho sobre la situación económica rusa y los efectos de las sanciones, pero sería insólito pensar que no lo tiene estudiado. Tras el fracaso en Afganistán y teniendo en cuenta los aliados de Putin, parece poco probable que Biden pueda doblegarle. No creo que esté dispuesto a asumir el desgaste de una guerra para defender a los ucranianos.