Política

La izquierda y el 13-F

La verdad no importa, porque lo fundamental es la propaganda para movilizar a su electorado

Todo indica que Mañueco conseguirá ganar las elecciones de Castilla y León, aunque la incógnita está en saber si necesitará o no gobernar en coalición con Vox. Esto depende de que se acerque al máximo a la mayoría absoluta, que parece un objetivo difícil de alcanzar según las encuestas. Lo ideal para el PP sería que se repitiera lo que sucedió con Ayuso en Madrid, ya que al partido de Abascal no le quedó otra salida que apoyarle sin entrar en el gobierno. Esta cuestión tiene un efecto de ámbito nacional, porque serviría de espantajo para que la izquierda política y mediática sacara a pasear la idea de que los populares están en manos de la ultraderecha. La verdad no importa, porque lo fundamental es la propaganda para movilizar a su electorado. España cuenta con un gobierno de coalición que incluye a comunistas y antisistema. Su estabilidad parlamentaria está garantizada, básicamente, por el apoyo de los independentistas y los bilduetarras. La mayoría de la investidura se ha mantenido sin fisuras, aunque con sobresaltos de cara a la galería como sucede con la negociación que estamos viviendo sobre la reforma laboral. Me sorprendería mucho que ERC y PNV no se sometieran, como es habitual, a los deseos de Sánchez. El interés une mucho en política.

Por tanto, la izquierda ha creado un relato, gracias a sus mariachis mediáticos, que hace más respetable pactar con los que quieren destruir o saquear España que con un partido de derechas que respeta la Constitución y que se caracteriza por su fuerte nacionalismo y patriotismo. Podemos es una formación comunista y antisistema, Bildu es la heredera directa de ETA y su entramado político, el PNV se dedica a ordeñar la vaca española con gran éxito y los independentistas vulneraron el ordenamiento constitucional y estatutario. A pesar de ello, lo único que les preocupa es saber si Mañueco tendrá que contar con Vox. Es la imposición del concepto de lo políticamente correcto por parte de una izquierda fanática y sectaria. Es bastante probable que el PP pueda gobernar en solitario en Castilla y León, que la izquierda coseche un nuevo fracaso y que Vox sea un aliado parlamentario como sucede con Ayuso, algo que está siendo muy positivo para Madrid.