Opinión
Los votos de Vox y los jamones de los cerdos
«No me hablo con los cerdos, pero me como sus jamones». Pongan a Vox y a sus 13 procuradores en lugar de esa referencia animal, y parece que es así como Génova contempla su relación con ellos.
Es evidente que los castellanos y leoneses se han pronunciado rotundamente y han emitido su veredicto cambiando a Cs por Vox como socio de gobierno de Mañueco. El votante popular ha tenido siempre claro que, por encima del interés del partido, está el interés de España, que ahora exige una alternativa clara a Sánchez basada en un centroderecha fuerte y no en cordones sanitarios entre ellos, que imposibilitan esa necesaria alternativa. El uso instrumental de estas elecciones convocadas por unos intereses ajenos al actual interés general de España, sin duda también está presente en el serio revés obtenido por Génova por parte de sus electores. Cuanto más tarde el PP en asumir esa realidad, más dura será la caída de su dirección encabezada por Casado, que ha recibido en su región natal un muy serio correctivo a su liderazgo y a su cordón sanitario ante Vox.
Hace semanas expusimos la opinión de que ese cordón de exclusión a Vox se debe ante todo a su firme voluntad de no someterse al dogma de la corrección política de la ideología de género, al que ya se ha subyugado el PP y que está decretado por el «poder oculto» global. No debe extrañar que el candidato de Vox ya haya anunciado que exige la derogación de la ley autonómica vigente sobre el tema como requisito para un eventual Gobierno de coalición. Y ayudaría a entender el porqué confían en Vox no pocos exvotantes del PP, que han abandonado la formación azul al considerar que con esa decisión ya no se defiende el Humanismo cristiano sobre el que se efectuó la refundación del PP.
También ha debido quedar claro que la sede de Génova –que fue considerada la responsable del batacazo en Cataluña el 14-F del pasado año– no es la culpable de lo sucedido en CyL. Y que el éxito de Ayuso en Madrid no fue debido sólo «a las siglas del PP lideradas por Casado», como proclama su secretario general en un ejercicio de voluntarismo que ya resulta excesivo. Lo triste de esta situación es que esta polémica oscurece el batacazo que se ha llevado el sanchismo, confirmando su declive político elección tras elección.
CyL ha reafirmado una tendencia electoral que convierte a Vox en un partido no evanescente como Cs, sino con convicciones sólidas. Y sin sus votos, no hay alternativa al sanchismo.
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