Sanciones económicas

La efectividad de las sanciones

Las democracias se han puesto estupendas con las sanciones contra Rusia, aunque no servirán para doblegar a Putin. Espero equivocarme, pero es un ejercicio de voluntarismo. Es cierto que resulta útil como gesto publicitario. La dependencia europea del gas, petróleo y carbón es muy grande. No es posible prescindir de esta decisiva fuente de suministro. Espero que nadie se tomé en serio las voluntariosas declaraciones de los máximos responsables europeos. Por otra parte, Putin tenía prevista la reacción de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea. Sabía que no están dispuestos a defender militarmente a Ucrania y muchos han respirado tranquilos porque la vertiente humanitaria ha movilizado la habitual y efímera solidaridad de las naciones ricas. Mi padre siempre me decía que lo que se paga con dinero es barato. En este caso, nuestra contribución son excentricidades como las declaraciones de Borrell pidiendo que disminuya el consumo del gas. Creo que merece recibir el Premio Nobel de Economía.

Biden, el comandante en jefe más cobarde y mediocre de la historia de Estados Unidos, ha tenido el gesto heroico de vetar la compra de gas, petróleo y carbón, aunque cabe aclarar que es irrelevante para su consumo energético. En cualquier caso, consigue el efecto propagandístico deseado y puede comparecer ante los medios de comunicación. Al final, todo es propaganda. La UE afronta una nueva oleada migratoria con una economía muy frágil tras la crisis pandémica y el riesgo de sufrir una inflación descontrolada es tan real como inquietante. Una vez más se demuestra que la economía no es una ciencia y está al albur de acontecimientos que descabalgan cualquier previsión. Estamos en las puertas de una nueva crisis que nos costará varios centenares de miles de millones, aunque el Gobierno está tranquilo porque no tendrá que controlar el déficit público y podrá seguir instalado en el festín del endeudamiento. No hay más que ver la alegría con que las ministras podemitas anuncian gastos de decenas de miles de millones o leer el informe de los economistas al servicio del Gobierno que proponen una subida de impuestos masiva. La realidad es que Putin se sale con la suya, los ucranianos serán olvidados como los afganos y tendremos otra crisis económica. Y las sanciones le dan la risa.