Podemos

La batalla por la Moncloa

Ciudadanos ha desaparecido de las expectativas futuras y a Podemos le podría ocurrir algo parecido. La guerra interna, en la que Ione Belarra e Irene Montero encabezan la cruzada contra Yolanda Díaz, tiene un desenlace incierto.

Díaz se siente protegida por las encuestas, pero en el partido morado saben, mejor que nadie, que eso tiene poco valor. Iglesias, incapaz de controlar sus instintos, ha cogido el fusil contra la candidata oficial dispuesto a que su valoración se desplome. Cuando el populismo izquierdista entra en este tipo de procesos, acaban como en una tragedia griega.

En este momento, está en duda la propia candidatura. Si Sánchez decidiese un adelanto electoral, cosa poco probable dada la coyuntura y la presidencia española de la UE en ciernes, la oposición interna a Díaz no tendría tiempo suficiente de articular una candidatura alternativa.

Sin embargo, lo que realmente necesita ella, es un proyecto autónomo que traspase los límites podemistas e incorpore amplios sectores de la izquierda. Lo lleva intentando desde el acto en Valencia con Oltra y Mónica García, momento que supuso la gota que colmó el vaso para Montero y Belarra.

Si Díaz continua por la senda de liderar un movimiento alternativo a los morados, se enfrentará abiertamente a ellos que, seguramente, nombrarán su propio candidato como hicieron en las elecciones autonómicas de Madrid.

En ese camino, podría incorporar a enemigos irreconciliables de Iglesias, Errejón y el partido que lidera. Más País es fuerte en algunos territorios como Madrid donde, seguirá creciendo a costa de la patética desaparición del PSOE madrileño. Sin embargo, carecen de posibilidades en la mayoría de comunidades autónomas, cuestión que representa un handicap para Díaz.

En definitiva, lo que está a la izquierda del PSOE está tan dividido y enfrentado que obliga a Sánchez a mantenerse en el poder prácticamente con sus propias fuerzas.

Hace unos meses podría haber pasado de todo, incluso que Yolanda Díaz hubiese sorpasado al PSOE. A día de hoy, todo apunta a que la batalla por la Moncloa se va a lidiar entre Feijóo y Sánchez.

En ese combate cuerpo a cuerpo a cuerpo ninguno lo tiene ganado de antemano. Todo dependerá de la evolución de la guerra de Ucrania y sus consecuencias, del precio de la luz y de la gasolina y de a cuál de los dos perciban los ciudadanos como más fiable ante los malos tiempos que se avecinan.