Cambio de hora
Conciliación, corresponsabilidad y cambio de hora
El pasado día 23 celebramos el Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y la Corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades familiares, celebración que fue aprobada por el Consejo de Ministros del 23 de marzo de 2018. Intervine en el importante acto que organizo ARHOE en el que participaron los lideres de más de 20 instituciones y entidades. Me permito recordar que en noviembre de 2018 Carmen Calvo, Vicepresidenta primera del Gobierno, se comprometió a promover un Pacto de Estado de Conciliación y Horarios Racionales. Con anterioridad, Fátima Bañez, Ministra de Empleo y Seguridad Social, se había pronunciado en línea similar.
Es muy importante y urgente que España pueda disfrutar de unos horarios más humanos, racionales y europeos. Debemos dejar de ser una singularidad en Europa. Ésta, debería ser una prioridad del Gobierno, de todos los partidos políticos, del mundo empresarial y laboral, de la sociedad civil, y de todo ciudadano consciente de los nefastos resultados que nuestros husos horarios nos están produciendo.
¿Somos conscientes de nuestro liderazgo europeo en baja natalidad, y lo que ello supone para el presente y el futuro de España? Somos de los países en los que la familia aún tiene cierta importancia. Sin embargo, cuantos padres, especialmente madres, desearían tener algún hijo, o más de un hijo, y por nuestros irracionales horarios, no lo quieren o no los pueden tener. Algunas madres, salvan la situación gracias a la ayuda de los abuelos. Y qué decir de la falta de la corresponsabilidad en las parejas, especialmente por parte del varón. Hay que hacer pedagogía.
También somos líderes europeos en separaciones matrimoniales. ¿Cuántas parejas los horarios no les facilitan la vida conyugal? Los horarios del trabajo, muchas veces abusivos. En España, aún impera la cultura tercermundista que la productividad está vinculada a horarios interminables. A no abandonar el lugar de trabajo hasta que no se va el “jefe”. Esto debe terminar. La eficacia está vinculada a un mejor aprovechamiento del tiempo. En trabajar por objetivos. Y, ¿qué decir de las reuniones? Somos el país europeo que diariamente celebra más reuniones. Muchas de ellas sin un orden del día concreto y razonado, sin fijar hora de finalización, sin seguimiento de los acuerdos adoptados, …Todo ello hace que en las parejas, en las que los dos trabajan, tengan muy difícil la coincidencia de horarios, y el tener tiempo para un encuentro sosegado y enriquecedor.
Un tercer liderazgo europeo es el que somos el país con mayor fracaso escolar. No nos debe sorprender. ¿Cuánto tiempo diariamente tienen los padres para sus hijos? Para estar próximos a ellos, hablar con ellos, preocuparse por sus inquietudes, estar pendientes de sus estudios y ayudarles en ellos, … Esta grave situación, que debería ser una prioridad a superar, está muy vinculada a la disponibilidad de unos horarios más humanos, que nos permitan humanizar la relación entre los miembros de la familia, muy especialmente en relación con los hijos.
¿Cuáles podrían ser unos horarios más humanos, racionales y europeos? Considero aquellos que la jornada laboral finalizara como máximo a las 18 h., que para los almuerzos no dedicáramos más allá de 30/40 m., que el prime time de las televisiones finalizara a las 23,00 h.,… Somos el país que menos duerme de Europa.
Otro tema importante es el terminar con el cambio de la hora, que una vez más se ha producido este fin de semana. En reiteradas ocasiones he manifestado que debemos terminar con el cambio horario dos veces al año. Debemos recuperar el huso horario que nos corresponde por nuestra situación geográfica, el del meridiano de Greenwich, cuando estamos desde la segunda guerra mundial en el de Berlín.
Lamentablemente, según parece, el cambio de horario va para largo. La Unión Europea, en este tema, a muchos nos ha defraudado. En su momento creó un Comité de expertos que propuso su suspensión. La Comisión Europea recomendó su finalización en 2019. En 2018 hizo una consulta pública en la que participaron 4,6 millones de europeos. Más del 80% se manifestaron en favor de terminar con los dos cambios de hora al año. En España fuimos el 93%. El debate quedó en cuál de los horarios era el más adecuado, fijar el de verano o el de invierno. En este aspecto, los expertos aconsejaron que cada país mantuviera el horario que más le conviniera.
Una buena, racional y eficaz distribución del tiempo debería ser una prioridad de todo ser humano. Todos los ciudadanos tenemos diariamente las mismas veinticuatro horas, los mismos 1.440 minutos, y los iguales 86.400 segundos. Depende de cada uno de nosotros, que este tiempo que a todos iguala, nos haga más o menos felices, más o menos humanos, más o menos libres, más o menos solidarios, … Reflexionemos y actuemos en consecuencia. Hoy, mejor que mañana.
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