Cine

Yo hubiera votado a Penélope Cruz

«Pudo sumar su segundo Oscar el pasado fin de semana, sin que el éxito se le haya subido nunca a la cabeza»

Apenas conozco a Penélope Cruz. Creo recordar que la encargué la entrega del ABC de Oro a Pedro Almodóvar durante una cena en el periódico. Me pareció una mujer muy inteligente, trabajadora, tenaz, conocedora precoz de su oficio... Y, sobre todo, buena gente, siempre solidaria con los desfavorecidos.

Los periodistas solían subrayar en ella la belleza. A mí me pareció desde el primer momento una gran actriz. Y así lo escribí, así lo anticipé. Un día, en Oviedo, Woody Allen me habló de Penélope con admiración máxima. Y también lo hizo el genio de la historia del cine español, el incandescente Pedro Almodóvar, el hombre que piensa en imágenes y sueña con palabras. Ambos me destacaron las cualidades interpretativas de Penélope Cruz. Mujeres bellas, mujeres atractivas hay muchas. Que a la vez sean grandes actrices, muy pocas. Y Penélope siempre lo fue. Predomina en ella la inteligencia, la expresividad en la mirada, el dominio del gesto, la voz impostada. La verdad es que deslumbra. Negar el fulgor de Penélope en la pantalla sería negar la evidencia.

Ganó un Oscar sobradamente merecido. Este fin de semana pudo sumar otro a su larga colección de premios. Se lo merecía y yo la hubiera votado sin vacilar. Mujer sencilla y equilibrada, Penélope ha sabido tocar el cielo con los dedos sin perder su encanto adolescente, las llamas de su mirada azul y vegetal, los versos del poeta: «Te recuerdo como eras en el último otoño, eras la boina gris y el corazón en calma», «desmayado roce de caderas y de labios» en la expresión de Juan Marsé.

Casada con un actor extraordinario, de creciente éxito internacional, la interpretación que junto a Bardem hizo mi inolvidada Belén Rueda, le proporcionó a Alejandro Amenábar el cincuenta por ciento del Oscar con el que se alzó Mar adentro. Penélope Cruz, en fin, transita siempre los caminos del éxito. Y lo es, y grande, su presencia en la final de las mejores actrices del año en los Oscar, este fin de semana, sin que el éxito se le haya subido nunca a la cabeza. La sabiduría de Pedro Almodóvar, además, la ha elegido para volver y volver a su cine natural.