Opinión
Suicidio cultural
Al asesinar a todos los filósofos nos induce a tomar una soga imaginaria que borrará del vocabulario que quede vivo palabras como cartesiano, platónico, y así hasta cristiano.
El Gobierno ha llegado a la meta; al cabo, tenía pocos obstáculos que saltar: a la Real Academia de la Historia, y a una legión de eruditos que creen que el nuevo currículum de Secundaria, en el que se deja fuera la Filosofía y se restringe el estudio de la Historia, es un inmenso error. La educación es un juguete con el que el Ejecutivo de turno juega a las metáforas y a planear un no futuro para las masas derivadas en analfabetas, listas para estudiar a Franco y la memoria, por ejemplo, pero muy de pasada a los Reyes Católicos que deberían resucitar y pedir perdón por poner el dinero con el que se llegó a América. No a la Avenida de América. Todos aquellos marineros muertos serán para el muermo adolescente como alter egos de «Piratas del Caribe», ron ron ron, la botella de ron.
Si se trata de preparar al personal para que no hagan más larga la cola del paro tal vez nos estemos equivocando, pues la escuela no es solo un taller de oficios sino el lugar donde además de aprender a dar o a recibir piñazos, saber cómo escupir y la mejor manera de liar un canuto, uno se hidrata de conocimientos sin los que la vida no merece la pena. El Gobierno está a punto de perpetrar un suicidio cultural. Al asesinar a todos los filósofos nos induce a tomar una soga imaginaria que borrará del vocabulario que quede vivo palabras como cartesiano, platónico, y así hasta cristiano.
Nuestros abuelos aprendían latín y griego, nuestros padres la lista de los reyes godos, con nosotros, los de la EGB, empezaron los experimentos con aquel método de estudios de las fichas de las que no puedo acordarme y ahora la mayor parte de las calles de España serán nombres en el limbo que irán borrándose hasta que dejen de existir.
Todavía sabemos quién fue Payaso Fofó, que tiene su calle, como Almudena Grandes su estación. Pero, como rezaba la película, quién hablará de ellos cuando hayamos muerto. Y una apostilla: ¿Las matemáticas con perspectiva de género es imaginarse en el dos el culo de la Kardashian?
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