Vladímir Putin
Nada
Varios presidentes alemanes han propiciado una desastrosa dependencia de Rusia desde sus gobiernos, y ya no están para responder de sus decisiones
Sobre la infame guerra que Putin ha entablado con Ucrania (contra Occidente), algunos hablan de «agresión ilegal» como si hubiese agresiones legales: no las hay, excepto por legítima defensa, que en este caso ejerce Ucrania. Claro que muchas acometidas, de distinto rango, se han dado por buenas durante demasiado tiempo: ciberataques, financiación descarada a criminales y/o partidos desestabilizadores para crear debilidades nacionales europeas (ejemplo: España), ¡derribo de un avión de pasajeros inocentes!, la compra de lo mejor del patrimonio inmobiliario europeo con dinero de sangre procedente de los crímenes de esa oligarquía neosoviética cuyos rublos no tienen color para quienes se lucran de ellos en Europa; Alemania comprándole gas a Putin, materias primas… Varios presidentes alemanes han propiciado una desastrosa dependencia de Rusia desde sus gobiernos, y ya no están para responder de sus decisiones. De hecho, aquí nadie responde por sus actos. Pero cada acto político ignominioso tiene consecuencias que se traducen en un dolor que siempre padecen los mismos. El 17 de junio de 2014 un avión de Malaysia Airlines con 283 pasajeros y 14 tripulantes, inocentes, fue derribado por un misil tierra-aire de los prorrusos del Donbás. Chapuceros, con armas rusas caducadas, probablemente. ¿Quién en Europa pidió cuentas por ese crimen espantoso? Un archiduque y su esposa, asesinados en Sarajevo en 1914, podían dar comienzo a la I Guerra Mundial. Cien democráticos años después, en 2014, 297 personas comunes asesinadas –por error o con premeditada maldad, para el caso es lo mismo–, no supusieron nada. Nada. No importaron un bledo para unos dirigentes que llamaban a Putin «amigo» (el vergonzoso, patético caso de Schroeder), le llenaban el bolsillo, alimentaban su delirio y se beneficiaban a su vez del trato indigno con un leviatán impredecible. ¿Cuántas quejas recibió Putin de las autoridades competentes por esas 297 vidas vilmente truncadas…? Aunque Obama expuso las evidencias sobre el atentado, los líderes amantes del gas ruso tragaron la trola putinesca de que fueron los ucranianos intentando derribar… ¡el avión de Putin! Callaron, indignamente. Y hoy comprueban que quien con monstruos se acuesta...
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