Opinión

“Si te zumban los oídos, te escucha la NASA por el láser”

Cuanto más cuentan del ‘hackeo’ del móvil de Sánchez, más preguntas se hace uno

Notas del 3 de mayo, Pegasus galopa y corta el viento cuando pasa por Moncloa camino del final de la Legislatura. Vamos por ahí de cirptológicas maneras. Si algo tiene de bello el asunto de las escuchas es que fin se hace justicia a todos los loquitos que van por ahí hablando en susurros y juran que los están espiando los servicios secretos y nadie les cree. Hablo de esos tipos de cuarto de baño forrado de papel de plata y embudo de latón en la cabeza, deliciosos piradillos a los que hoy la historia concede la oportunidad de acercarse a los incrédulos y soltarles al fin un: “Te lo dije”.

Recuerdo a aquel que cogió un spray y pintó en un muro de Chiclana: “Si te ‘sumban’ los oídos, es que te escucha la Nasa por el láser”. En Cádiz a un tipo le dio por llamar al periódico para decirme que cada vez que abría la taza del váter le cantaba Bob Marley. Una compañera de Local le adviertió que podía ser peor y escuchar al Fary, y el tipo se conformó.

De todas las locurillas del Gobierno, sin duda mi preferida es esta de la urgencia de informar a la ciudadanía de que alguien ha entrado en el móvil del presidente, pero no se sabe quién ha sido ni por qué. Alguien que escucha al jefe de Gobierno, así en abstracto, es el concepto más sideral de todos los que ha enunciado Moncloa en los últimos años y han sido muchos. En la rueda de prensa después del Consejo de Ministros, cuando más cuentan del asunto de las escuchas a Sánchez, más preguntas se hace uno. Si pincharon el móvil de González Laya, ¿por qué no se revisó el de Sánchez? Si se cuenta lo de Sánchez, ¿por qué no se contó lo de González Laya? ¿Y desde cuándo lo sabían? La portavoz del Gobierno debe tener cuidado con lo que dice no sea que se le entienda. Siete veces ha asegurado que el Gobierno no tiene nada que ocultar; anto ha dicho que no hay nada que ocultar que uno ya sospecha que aquí hay Pegasus encerrado.

También admite que el Gobierno confía en la directora del CNI y en la ministra de Defensa “en este momento”. Ah, el sanchismo es un movimiento político hecho de presente. En este momento en el que el viento mueve los trigales tan jóvenes, en este preciso momento en el que en la Feria Sevilla levanta las manos a un cielo de bombillas y de faroles, en este momento, dice la portavoz del Gobierno que Margarita Robles y la directora del CNI tienen la confianza del Gobierno. En otro momento, ya veremos. Sucederá según les convenga.