Política

No son espías

La Operación Pegasus escondería una Operación ERC

Con el chiste de los espías, la España vaciada, vaciada ya del todo de vergüenza, va a aprendiendo, aunque en nivel superior, el asunto de la transición digital, por lo que dan más razones que por la pensión a manifestarse a las personas que pasan de cierta edad. Ya está bien de que juventud sea palabra céntrica. Dejémosla en rotonda. La revolución estará donde esté uno. Bueno, que se me estira el texto como el pellejo que empieza a sobrarme del pescuezo. Desde que empezaron a dar cursos de Pegasus miro el teléfono y le pregunto. ¿Y si la película no es cómo nos la están contando? No son creíbles las explicaciones de Sánchez, porque nunca lo son, menos aún cuando entra en una viñeta de Anacleto.

Las primeras quejas llegaron de Cataluña. Pataleo de Pere Aragonès y la corte de ERC, ahí va, ahí va, con toda clase de plumas y ribetes bajando las escaleras del clímax de un número más de la revista del victimismo. Tania Doris, cuánto le debe el «procés» a las alegres chicas de Colsada. Pero, como diría Feijóo sobre las casualidades, resulta que Jordi Sánchez no se presentará a la reelección a secretario general de Junts. Tampoco optará a la reelección Puigdemont como presidente del partido. Veamos. ¿Si Aragonès quisiera adelantar las elecciones, en vista de cómo le están dejando el patio, no tendría primero que romper con el Gobierno para hacerse con el cetro independentista, aprovechando que sus adversarios están como están? Pues resulta que Aragonès ha encontrado la excusa perfecta. Dice que ha encontrado unos espías en la sopa, como si fueran moscas, y espera que le cambien el plato gratis. La Operación Pegasus escondería una Operación ERC.

La reacción de Sánchez es más difícil de explicar. El presidente es un espía en su más hondo ser, pues ha de saber lo que usted y yo no sabemos de nosotros mismos. Por mucha terapia que hagamos, siempre sabrá Sánchez qué es lo que verdaderamente nos pasa. Al descubrirlo, empuja los labios hacia afuera, como si Norma Duval fuera Mata-Hari.