Opinión
El «ejemplar» Gobierno sanchista
Ante todos sus parlamentarios convocados al efecto en el Congreso para conmemorar su 4º aniversario en La Moncloa, Pedro Sánchez no tuvo empacho en autoproclamar a su Gobierno literalmente de «ejemplar». Sin duda era la consigna del día ya que también a la vicepresidenta Yolanda Díaz le faltó tiempo para aclamar la «ejemplaridad» del mismo. Para redondear la consigna, el ejemplar presidente calificó a la oposición de «destructiva», y puso en valor la enorme paciencia que debe tener con ella su ejemplar Ejecutivo. Bien es cierto que no concretó qué facción del Gobierno es la más ejemplar, porque es público y notorio que coexisten –ya que últimamente ni siquiera conviven– el sector socialista y el sector comunista, y este a su vez con la facción yolandista y la podemita, que mantienen una relación política y personal manifiestamente mejorable (como se calificaban a las «comarcas de acción especial» de los franquistas Planes de Desarrollo Económico y Social). Es mejor no tomárselo en serio porque autocalificar de «ejemplar» al Gobierno sanchista solo cabe en las cabezas de Sánchez y Díaz, y es muy posible que le provoque una cierta vergüenza a alguno de los restantes 21 integrantes del ejemplar macrogobierno.
Para no faltar al respeto a la persona de Pedro Sánchez, la crítica política se dirige a la persona del presidente, haciendo uso de la licencia de la exvicepresidenta Carmen Calvo, que estableció esa extraordinaria y hasta ahora desconocida disociación de una persona humana. Así pues, a la persona presidencial habrá que pedirle que aclare si considera ejemplar formar un Gobierno de esas características: Si es ejemplar declarar no uno, sino dos estados de alarma suspendiendo derechos fundamentales de los ciudadanos al margen de lo prescrito para esos casos por la Constitución. Si considera ejemplar indultar a dirigentes secesionistas no arrepentidos y contra el criterio unánime del TS para conseguir a cambio su necesario apoyo para su supervivencia. Si es ejemplar gobernar gracias a pactar con quienes aseguró siete veces que jamás lo haría, porque recordemos que sobrevive gracias a los votos de ERC y Bildu. Si es ejemplar también formar un Gobierno con 22 carteras y 3 vicepresidencias en momentos de crisis y necesaria austeridad, cuando antes se ha gobernado con 13 y 1, respectivamente. La verdad es que podríamos seguir enumerando no pocas actuaciones y conductas políticas gubernamentales que difícilmente podrían ser consideradas como ejemplares para el común de los españoles, pero por hoy ya es suficiente. Por cierto: tampoco es ejemplar faltar a la verdad o a la palabra dada, o mentir a los españoles. O faltarles al respeto tomándoles por bobos.
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