Economía

Alemania sí deflacta

Sánchez se niega a deflactar el IRPF para aprovechar la actual ola inflacionista como forma de masacrarnos fiscalmente sin necesidad de pasar por el parlamento a oficializar un incremento de impuestos

El Gobierno alemán piensa deflactar parte de la tarifa del IRPF según la muy alta inflación que, como España, está padeciendo el país. Su ministro de Finanzas, Christian Lindner, ha asegurado que el aumento de la recaudación fiscal que está experimentando el Estado teutón es injusto porque supone un incremento impositivo por la puerta de atrás, de modo que ya no se trata de bajar impuestos a los ciudadanos, sino de impedir que suban. A la postre, recordemos que mantener la misma estructura del IRPF en un contexto de alza de precios equivale, a todos los efectos, a un incremento de la tributación que no ha pasado por el parlamento. Por ejemplo, imaginemos un país con un IRPF en dos tramos: hasta 10.000 euros de ingresos se paga el 10% y a partir de 10.000 euros de ingresos se paga el 30%. Un trabajador que tenga un salario de 15.000 euros pagará 2.500 euros en impuestos, es decir, su tipo efectivo será del 16,6%. Ahora imaginemos que, pasado un año, la inflación se eleva al 50%, de modo que, aun cuando su salario nominal siga siendo de 15.000 euros, su salario real ha quedado reducido a 10.000 euros (es decir, con 15.000 euros puede comprar lo mismo que el año pasado se podían comprar con 10.000). Si no se deflacta la tarifa del IRPF, ese trabajador, cuyo salario ha bajado en términos reales de 15.000 a 10.000 euros, seguirá pagando 2.500 euros en impuestos (un tipo efectivo del 16,6%) cuando, el año anterior, los trabajadores que ingresaban 10.000 euros sólo abonaban 1.000 euros (un tipo efectivo del 10%). Por consiguiente, no deflactar el IRPF equivale a subirles los impuestos a quienes cobraban 10.000 euros desde el 10% al 16,6%. En cambio, si se deflacta la tarifa, los ingresos por debajo de 15.000 euros pagarían el 10% y por encima el 30%: es decir, el trabajador que cobra un salario nominal de 15.000 euros con poder adquisitivo equivalente a 10.000 euros pagaría el 10% de su salario en impuestos, que es lo que le corresponde pagar si el Gobierno no aprovecha la inflación para subir impuestos de tapadillo. En Alemania parece que lo han entendido y por eso deflactarán la tarifa. En España, Sánchez parece que no lo entiende o, mejor dicho, que lo entiende perfectamente y por eso se niega a deflactar el IRPF: para aprovechar la actual ola inflacionista como forma de masacrarnos fiscalmente sin necesidad de pasar por el parlamento a oficializar un incremento de impuestos.