Medio Ambiente

Y ahora el precio del agua

Tras la crisis de la electricidad, el gas y los combustibles, la escasez de agua disparará su coste y acentuará el caos global

Primero fue la luz y después el gas y más tarde los combustibles, los fertilizantes y los alimentos. Ahora le toca el turno al agua, como consecuencia de una escasez que curiosamente también es global. Como el cambio climático, que lo explica casi todo, desde los incendios hasta la sequía, según la vicepresidenta Ribera. Llevamos demasiados días seguidos sin que caiga una gota de agua en la mayor parte de España. Lógico porque es verano, pero no tan lógico cuando se acumulan los meses del estío a los de la primavera previa. Nos asomamos al borde de una nueva sequía ibérica, de esas que nos azotan cada ocho o diez años. No son nuevas, por mucho que algunos las quieran presentar ahora como extraordinarias y fruto en exclusiva del calentamiento global. En ciertas regiones, 2021 ya fue de mínimos. Se evitaron las restricciones de milagro. El último trimestre empeoró con relación al mismo periodo de 2020 en un 25 por ciento menos de agua caída en octubre, un 29 % menos en noviembre y un 25 % menos también en diciembre.

En enero y febrero no llovió en casi ninguna parte. Fue el inicio del ciclo hidrológico más seco del siglo. En los meses de marzo, abril y mayo debió llover mucho para evitar una nueva y pertinaz sequía. Pero no fue el caso, apenas ocurrió así en algunas regiones. Siendo esta una situación recurrente en nuestro país, cabe pensar que los distintos gobiernos habrían tomado medidas durante los años de abundancia para evitar las restricciones. Cabe pensarlo, pero la realidad es que nada se ha hecho en este tiempo. Ni embalses ni trasvases ni desaladoras. Los embalses no están bien vistos porque eran cosa de Franco. Los trasvases, por considerarlos de derechas. Las desaladoras también contaminan, según la izquierda. Ada Colau tiene una acabada pero nunca inaugura. De modo que el fantasma de la sequía se vuelve a pasear ante nosotros, y una vez más estamos en la misma situación. Inermes, porque nadie tuvo la previsión de hacer algo para evitar posibles restricciones. La escasez de agua va a ser la nueva plaga. Al haber escasez, los precios se van a disparar, lo que empujará aún más hacia arriba la inflación. Inquietante panorama.