CGPJ

Sospechas de los jueces, trampas y ganar perdiendo

Ceder en la negociación, tanto como el PP estaba dispuesto a renunciar, le iba a costar más a Pedro Sánchez que ganar fingiendo que pierde.

En el ámbito judicial se sospecha que Moncloa nunca quiso el acuerdo con el PP para la renovación del CGPJ y del TC. Imaginémonos que todo ha sido una trampa de Moncloa con la que conseguir varios objetivos: sostener que el líder del PP se ha echado al monte y tener una excusa para cambiar la ley. Es decir, para rebajar con sus socios a mayoría absoluta el quórum necesario para renovar en el Congreso el CGPJ, aunque a Europa no le guste nada este camino, y renovar también el TC, nombrando a los dos candidatos que corresponden al Ejecutivo.

El encaje de las piezas es muy complicado, pero las sospechas judiciales cuadran bastante con la música que se escucha en la izquierda. No cuela entre los jueces esa teoría de que Moncloa ha sido muy torpe al no medir las consecuencias de ayudar a que se mezclara el debate de la reforma de la sedición con el acuerdo de Estado sobre la Justicia con el PP: hasta el más desconectado de las reglas que marcan el tablero político sabe que esto era una bomba que haría estallar el pacto. Hace tiempo que al Gobierno no le preocupa el CGPJ, sino el TC, y ceder en la negociación, tanto como el PP estaba dispuesto a renunciar, le iba a costar más a Pedro Sánchez que ganar fingiendo que pierde.

La propaganda suele vencer casi siempre a los hechos, y hay que reconocerle a Moncloa que esta vez la ha clavado porque no es verdad que hayan sido fuerzas de la derecha las que han hecho que Feijóo rectificara la negociación abierta, sino la mano del presidente Sánchez, bien enguantada para no mancharse.

No hace falta manejar mucha información para concluir que ni por controlar al TC el PSOE iba a hacer un feo a ERC, dejándola fuera del reparto, ni a aceptar una reforma del sistema de elección que le condene a futuro a tener muy poca mano en el reparto de puestos. Cuando en la última conversación que mantuvieron el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, el pasado jueves, se cruzó la interferencia de la pregunta de si realmente los socialistas iban a modificar el delito de sedición, que lleva años en el cajón de Moncloa, Sánchez contestó con un «sí» categórico. Lo que me lleva a pensar lo mismo que se malician los jueces: que el presidente nos la está colando a todos y ha conseguido ganar en el barro. Porque cuanto peor, mejor.