Gobierno de España
¿Cuándo es la crisis?
La categoría ministerial ha sufrido una notable devaluación, acentuada desde que Pedro Sánchez ocupa La Moncloa
Lo de cuándo es la crisis llegó a ser una pregunta habitual en las Redacciones de los periódicos y en los mentideros de la capital. Eran tiempos en los que los ministros eran conocidos y tenían renombre. No pasaba como ahora, que se tiene la impresión de que cualquiera puede ser ministro. Apuesto que habrá pocos españoles que se sepan hoy la lista completa de ministros. Confieso que yo mismo, que me ocupo con cierta asiduidad, desde hace más de medio siglo, de los líos de la política, me vería en un brete si alguien me examinara de esa lista interminable. La categoría ministerial ha sufrido una notable devaluación, acentuada desde que Pedro Sánchez ocupa La Moncloa. Sólo queda claro que mandan más las mujeres, no como en los tiempos, ¡ay!, lejanos de Adolfo Suárez o Felipe González en que las ministras se contaban con los dedos de una mano.
En aquellos tiempos, las crisis de Gobierno tenían importancia y despertaban un gran interés. Entrañaban algún significado, cuyo alcance había que desentrañar. Hoy se llaman reajustes. Sólo sirven para hacer un arreglo interno, distraer la atención de los problemas reales o simplemente demostrar quién manda. Lo de menos es quién viene a ocupar la poltrona. Cualquiera sirve si es servicial. Todo queda para la posteridad en una foto colectiva, una más, en la escalinata de la puerta principal del palacio de La Moncloa, donde se ve a un grupo sonriente de personas bien aseadas y se supone que agradecidas al que ocupa el centro geométrico de la primera fila con traje azul y corbata a juego, que además es el más alto de todos y que parece el más satisfecho. Debe de ser uno de esos momentos en los que el presidente del Gobierno siente más placenteramente la erótica del poder. Más incluso, dónde va a parar, que cuando se sube al Falcon, que, a fuerza de usarlo, ha perdido emoción.
Viene todo esto a cuento de que las elecciones municipales y regionales están a la vuelta del invierno y hay que ir anunciando ya los candidatos. Eso va a obligar a Sánchez, según parece, a desprenderse de algunos ministros o ministras para que encabecen determinadas listas donde el PSOE se la juega más. Se supone, no sé con qué fundamento, que son más conocidos y valorados por la gente de la calle. Se habla, por ejemplo, de Reyes Maroto o Carolina Darias (no me pregunten por sus méritos). Lo que digo es que esto obligará en los próximos días a una crisis o reajuste de Gobierno. Nada importante.
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