Sanidad

La huelga política de la sanidad

«Los madrileños disfrutan de uno de los mejores sistemas sanitarios de Europa, las quejas de los usuarios son mínimas»

Un buen número de autonomías, muchas gobernadas por socialistas y comunistas, afrontan protestas por las reivindicaciones de los centros de urgencia y la atención primaria, pero a la izquierda política y mediática solo le interesa Madrid. No es una casualidad que la líder de Más Madrid sea Mónica García, que es médica y sindicalista. La desfachatez a la hora de exagerar el conflicto no me sorprende, ni en los sindicatos ni los políticos y tertulianos, porque estamos ante una huelga política que forma parte de la permanente campaña contra Ayuso. No hay otra explicación posible. Los madrileños disfrutan de uno de los mejores sistemas sanitarios de Europa, las quejas de los usuarios son mínimas y la izquierda se dedica a difundir bulos con datos manipulados. La verdad es algo irrelevante. El gasto sanitario podría ser ilimitado, porque alcanzar la perfección es imposible, y los presupuestos son limitados. Es muy cómodo estar en la oposición y todavía más movilizar a los sindicatos afines con la vista puesta en las elecciones. En este sentido, García espera que resulte eficaz volver a la estrategia de las «mareas» mostrando un escenario catastrofista en la sanidad pública.

Una de las mentiras habituales es la privatización, los despidos de sanitarios y el gasto que se dedica a la Sanidad. Nada tiene fundamento. A pesar de ello, la izquierda madrileña llama a la huelga, aunque no hace lo mismo en las comunidades que gobierna. No se puede esperar coherencia, pero al menos es conveniente poner de manifiesto su comportamiento partidista. Es curioso que la falta de 34 médicos sea suficiente para impulsar un boicot y promover manifestaciones. Ayuso estuvo muy dura con García: «no les importa ni el dolor de la gente ni la preocupación de los enfermos. Y eso nunca se perdona. Y si no, al tiempo». Los madrileños que utilizan el sistema público están satisfechos. Por ello, les resultará más incomprensible lo que está sucediendo. Los sanitarios de izquierdas, así como los funcionarios afines al PSOE y Más Madrid y los hooligans mediáticos anti Ayuso, no creo que sean usuarios de los servicios públicos. Y los que trabajan en ellos no necesitan hacer colas, para algo están los «amigos». Muchos funcionarios habrán escogido el sistema de conciertos de Muface. Por cierto, yo no lo hice y opté por la pública.