Opinión
Las dos caras del gobierno bifronte sanchista
Ya es sabido que en la guerra la primera víctima es la verdad, y que la batalla de la información es decisiva para alcanzar la victoria militar en el teatro de operaciones donde se desarrolla. Así, el frente informativo tiene dos bandos también; el propio –para mantener alta la moral de los combatientes y el de la población en la retaguardia– y el del enemigo. A ambos va dirigida asimismo la desinformación respectiva: al bando enemigo para dañar la moral de sus tropas y población; y al propio, para que la moral no decaiga. Es preciso tener estas ideas claras y conocer la procedencia de la información que se recibe, para discernir la verdad de la situación. En la UE, –por tanto también en España–, la información se recibe del bando que apoya a Ucrania con Zelenski como actor principal, y la suministra la OTAN, es decir los Estados Unidos principalmente. Si se recibiera la que Rusia suministra, podríamos ponderar dónde se encuentra la realidad, pero esa información, de RT y otros medios rusos, fue impedida desde el comienzo de las hostilidades el 24 de febrero pasado con la «operación militar especial» contra territorio ucraniano. Ya sabemos que Ucrania es la invadida y Rusia la invasora, pero en Occidente no se conocen debidamente las causas que motivaron la revolución de colores que depuso al presidente electo prorruso en 2014, y la actuación agresora e impune contra la población rusófona del Donbás a continuación. Tampoco se conoce debidamente lo que significa la Península de Crimea estratégicamente para Rusia como única garantía de acceso a «mares cálidos» desde la base naval de Sebastopol ni la estrecha relación histórica que han mantenido durante siglos. Tras una escalada militar rusa con el reclutamiento de 300.000 soldados y una nueva estrategia ante la llegada del general invierno, ahora alegremente se anuncia que Ucrania «va a ganar la guerra», que «van a entrar en un mes en Crimea» y que «acabarán con la guerra en primavera». De momento, la Casa Blanca anuncia que anima a Zelenski a una negociación, mientras ellos van a negociar con el Kremlin bilateralmente. La Asamblea parlamentaria de la OTAN se reúne en Madrid y Sánchez vuelve a ejercer de gran aliado, mientras su gobierno bifronte tiene una cara comunista que apoya a Putin. Sin el apoyo del PP en materia de Seguridad y Defensa, ya habría tenido que renunciar. Esta anomalía política no puede continuar. El papel de la oposición no es el de salvar la cara occidental de Sánchez en su gobierno bifronte.
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