Opinión

El transexualismo en los niños

Una de las múltiples y graves consecuencias de la aberrante y antinatural ideología de género es la que se proyecta en los niños con el transexualismo que ayer legalizó el sanchismo en España. Tras la excarcelación de maltratadores y violadores como su particular manera de proteger a las mujeres y garantizar integralmente su libertad sexual, ahora amenaza el reconocimiento a la «autodeterminación de género» también para los niños.

En el reciente congreso internacional de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) celebrado en Roma, se han presentado ponencias muy pedagógicas sobre el tema, entre ellas la relativa al contagio social, que está creando problemas de identidad a muchos niños, cual si se tratara de una moda facilitada también por su fácil acceso a cualquier contenido de internet. Un experto pediatra afirmó categóricamente que el 85% de los niños con presunta disforia, si son bien atendidos por sus padres, maestros y pediatras, no tienen rastro de la misma con el paso de los años. Así lo expone el Dr. Simón Castellví, presidente emérito de la FIAMC, alertando además de las deficiencias científicas en el tratamiento de la disforia de género, e incluso de la aparición en la literatura mundial de no pocos estudios falsos o manipulados al respecto. Recuerda que, pese a lo que afirman los conocidos lobbies sobre la existencia de numerosos sexos, algunos variables y oscilantes en el tiempo, no es así: se nace varón o mujer.

Como se enseña en todas las facultades de Medicina desde siempre, existen estados intersexuales o hermafroditismos que pueden ser ayudados clínicamente previas cuidadosas evaluaciones. A la mentira, a la presión sobre los maestros para que eduquen en la ideología de género, a la constante y agobiante publicidad acerca del posible cambio de sexo a voluntad, se le va a sumar esta ley que cierra un círculo vicioso de dudas y sufrimientos múltiples para los niños y sus padres. Como expone el Dr. Simón, hay que ayudar a contemplar al ser humano como es: un ser que no se ha dado la vida a sí mismo, y dotado de unos atributos físicos, psíquicos, espirituales, familiares y sociales que debemos desarrollar bien. «Somos seres con algunas limitaciones, pero con libertad e inteligencia para saber leer el Libro de la Naturaleza y también el Libro de la Vida».

Todavía estamos a tiempo de impedir cometer un auténtico crimen de lesa humanidad en los niños, las criaturas más indefensas. Todo lo que podamos hacer para evitarlo será por una causa justa y necesaria. Dentro de la ley, todo y sin vacilación.