Pedro Sánchez

El nuevo mesías de la socialdemocracia

«Sánchez tiene, por fin, la plataforma exterior que tanto ansiaba como preámbulo a la presidencia de la UE»

El secretario general del PSOE tiene, por fin, la plataforma exterior que tanto ansiaba como preámbulo a la presidencia de turno de la UE. Ha sido elegido presidente de la Internacional Socialista, que es una organización que languidecía bajo el inexistente liderazgo de Yogos Papandreu, miembro de la conocida saga de ambiciosos políticos griegos y que fue líder del PASOK. Al igual que su padre y su abuelo, fue primer ministro (2009-2011) y abandonó su partido para crear el Movimiento de Socialistas Democráticos, aunque sin conseguir un escaño de diputado. Había sido elegido presidente de la Internacional en 2006. Es una de esas organizaciones irrelevantes que agrupan a partidos hermanos, pero que puede resultar muy útil para quien la presida. Por ello, no tengo ninguna duda de que Sánchez le intentará sacar un gran provecho. Sus antecesores han sido de lo más variopintos y los únicos relevantes fueron el alemán Willy Brandt (1976-1992) y el portugués Antonio Guterres (1999-2005). Por cierto, los nueve han sido europeos, aunque han tenido un secretario general chileno y el actual, que es de Ghana. Por tanto, nada indica que sea actualmente un actor internacional relevante y con peso político, aunque es un buen apeadero político.

La estrategia del flamante líder para lograr la reelección pasa por su proyección internacional y unos presupuestos expansivos que le permitirán no tener que hacer recortes. Es decir, los funcionarios y los pensionistas, que son fundamentales en clave electoral, no verán mermada su capacidad económica gracias a las subidas salariales. No cometerá los errores del pasado, aunque fueron obligados por lo que entonces la izquierda política y mediática denominó el austericidio impuesto por la UE. No hay riesgo de conflictividad social, ya que Podemos abreva con gran fervor del pesebre público y no veremos movilizaciones como las que impulsaron contra el PP. La excusa es que ahora es una crisis provocada por la guerra de Ucrania, aunque la anterior también era global, pero no podemos esperar coherencia en la izquierda radical. Finalmente, los sindicatos están instalados la mansedumbre habitual cuando los suyos están en el gobierno. Por lo visto, no hay emergencia social, problemas energéticos y colas del hambre que les hagan abandonar su hibernación política. La socialdemocracia tiene un nuevo mesías que, conociéndolo, se empleará a fondo.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).