Política

La victoria de Junqueras

«El nivel de humillación para España y el desprecio a nuestro ordenamiento jurídico alcanzarán unos niveles jamás vistos en la Historia»

El Gobierno confía en que la tormenta desatada por las reformas del Código Penal finalice con el año, pero tengo la impresión de que se equivoca. Se ha convertido en un lío monumental. Los barones socialistas más valientes, algo que escasea, como Page y Lambán, han criticado duramente que se adapte el Código Penal a los intereses de los condenados. Es verdad que el presidente aragonés fue obligado a rectificar, como se hacía en el estalinismo. En el caso de Page, se ha convertido en un incordio. Sus relaciones con Sánchez son muy malas, pero condenarlo al ostracismo significaría perder, con absoluta seguridad, la comunidad de Castilla-La Mancha. Es un capricho que podría costar caro. La victoria de Junqueras, algo de lo que se sienten muy orgullosos y satisfechos los independentistas, ha entregado en bandeja los argumentos para la campaña electoral del PP. No son solo los indultos, la sedición y la malversación, sino que han anunciado que exigirán a Sánchez un referéndum de autodeterminación como condición innegociable para apoyarle en la próxima legislatura. Ninguna encuesta, además del sentido común, ofrece un escenario que otorgue al PSOE una mayoría para gobernar en solitario. Ni siquiera si incluyera a Yolanda Díaz y su inexistente plataforma.

Por tanto, los votantes saben que un gobierno de izquierdas estará condicionado por las exigencias de Junqueras que, probablemente, será diputado en el Congreso. El nivel de humillación para España y el desprecio a nuestro ordenamiento jurídico alcanzarán unos niveles jamás vistos en la Historia. El error de Sánchez ha sido ceder, porque no tendrá resuelto el conflicto catalán. Me extrañaría que JxCat deje de presionar al irrelevante Aragonès y que las organizaciones del independentismo no sigan con su espiral de exigencias. ERC no puede ignorar esa realidad, porque el electorado es muy voluble. A esto hay que añadir que el PSC espera ganar las próximas autonómicas, aunque espero que impere el sentido común entre los votantes constitucionalistas y den la espalda a la consulta/referéndum que anunció Salvador Illa. Me cuesta entender por qué se meten en estos líos en lugar de mantener una prudente distancia. Muy tontos tendrían que ser los del PP sino utilizan, entre otras banderas, las cesiones a Junqueras y la ley del «solo sí es sí».

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).