Mar en calma

Con Alma

Me enseñaste a no sufrir, algo absolutamente necesario, porque el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional

Fue un verdadero placer asistir a la I Edición de los Premios con Alma, un reconocimiento a la aportación a la salud de la mujer. Hacía falta otorgar un reconocimiento público y dar visibilidad a los líderes en innovación, investigación, emprendimiento, información y compromiso social en el sector de la salud de la mujer. Unos premios que son el altavoz necesario para difundir la importancia de la información sobre la investigación en torno a la salud femenina.

Con esta iniciativa se ha creado una atmósfera ideal para intercambiar ideas, proyectos o pensamientos, incentivando la calidad de vida de las mujeres, la innovación en el sector y haciendo hincapié en la importancia de la investigación.

Gracias Silvia Martínez, directora de Margan Biotech, al Instituto Palacios y a su organizadora Elena Palacios, por permitirme sorprender y premiar, en la categoría de Mujer y Coraje, a quien ha sabido contagiar su fuerza y coraje desde que supo que su hija pequeña había sobrevivido a una bomba. Me refiero a mi madre, quien una semana después sigue emocionada por un reconocimiento a su resiliencia, valor y optimismo hasta en los momentos más oscuros.

Mami, tu sonrisa permanente y tu capacidad de ver soluciones prácticas y sencillas donde la mayoría ve obstáculos, es el mejor regalo que mi hermana y yo pudimos tener. No me extraña que seas referente de tanta gente. Tu incansable energía positiva es contagiosa. Me enseñaste a elegir entre dos caminos: maldecir o empezar de cero, a perdonar, a valorar lo que tenía («has cambiado una piernas por el amor de toda España», me dijiste), a agradecer. La confianza que pusiste siempre mí, me ha dado alas. Y todo lo que he logrado ha sido gracias a ti.

Me enseñaste a no sufrir, algo absolutamente necesario, porque el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Sin duda fuiste la mejor entrenadora emocional, el mejor espejo en el que mirarme.

Gracias mamá.