«De Bellum luce»
En el banquillo calienta Susana
La senadora andaluza maniobra con aspiraciones de secretaria general, las mismas que atribuyen al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page
Ningún político acepta que su tiempo se ha acabado, y, a veces, casos excepcionales, sí ocurre que la solución para una crisis de partido está en el pasado y no en el futuro. Y si no que se lo digan a Pablo Casado, de quien todavía cuentan, en aquel grupo que le acompañó en las primarias del PP hasta la cumbre del partido, que sigue convencido de que caerán los que están, y entonces volverá a ser su momento. Tampoco la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría ha terminado aún de digerir su fracaso en el asalto a la dirección del PP, y guarda rencores eternos hacia quienes aguaron sus objetivos y llegaron en lugar de ella, y también hacia quienes hoy están y contra quienes, por cierto, siempre trabajó desde Moncloa para evitar que así sucediera. Los rencores los ha extendido incluso hacia los que formaban su corte, ya que ha ido distanciándose, salvo casos puntuales, como el de la ex ministra de Trabajo y hoy «lobista» de la CEOE, Fátima Báñez.
Pero igual sucede en el PSOE, donde ahí está la ex presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz calentando en el banquillo a la espera de la decapitación del «sanchismo». Díaz y Sánchez ya mantuvieron una pelea a degüello en las primarias socialistas que terminó ganando, contra todo el «aparato» del partido, el hoy presidente del Gobierno. La senadora andaluza maniobra con aspiraciones de secretaria general, las mismas que atribuyen al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, el barón que se ha trabajado a pulso aparecer como el alter ego del actual líder socialista. Por cierto, cuidado con las encuestas que se están publicando de Castilla-La Mancha porque parece que hay manos negras que mueven los hilos para que llegue a la opinión pública una imagen que no coincide con la realidad: a ver si ese empate que anuncian los sondeos oculta una situación más favorable hacia el lado oficial de lo que parece.
Si el PP pudiera elegir, Page sería su candidato favorito para suceder a Sánchez, y en cierta forma en la organización popular creen intuir que los mandamases están ya trabajando en esa opción. El presidente manchego necesita una mayoría absoluta para mantener la Presidencia de la Junta, que está intentando blindar desde la estrategia de ocupar casi más espacio en la derecha que en la izquierda.
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