La situación

Bildu y una obra histórica

«Pedro Sánchez ha sabido reducir al absurdo lo que hay a su izquierda en el ámbito nacional»

Hubo un día en que el líder fundador -en actitud heroica o, sencillamente, fatigado- decidió abandonar la vicepresidencia del Gobierno y el liderazgo del partido, extrajo su dedo índice derecho del bolsillo y apuntó con él a Yolanda Díaz, luz fulgurante de la extrema izquierda y militante comunista desde la cuna. Así elegida quien presumía de que las cosas se hicieran desde abajo y no desde arriba, empezó a circular la especie, trompeteada por determinados propagandistas, de que nos encontrábamos ante quien estaba llamada a ser la primera presidenta del Gobierno de la historia de España. Pues no parece.

Lo único que acumula Sumar son desastres electorales. El último, ayer en el País Vasco, donde eso que de forma eufemística llaman «el espacio», obtiene la categoría de partido menguado, como ya ocurrió en las elecciones generales y en Galicia, la tierra de Yolanda Díaz. Sumar es poco y Podemos, menos. Ambos partidos navegan en la insignificancia. Juntos no alcanzan ni la mitad de los votos que hace cuatro años consiguió Podemos en solitario, mientras que la comparación con el porcentaje alcanzado en 2016 resulta demoledora, casi ridícula.

Pedro Sánchez ha sabido reducir al absurdo lo que hay a su izquierda en el ámbito nacional. «El espacio» se diluye. Como se decía en otros tiempos, es la nada con sifón. Y también el sifón se está terminando. Y, sin embargo, los cariños que Sánchez dedica a todo partido centrífugo que le eche una mano en el Congreso, ha llevado al BNG a resucitar en Galicia y a EH Bildu -con lo que es EH Bildu, guste o no en Moncloa que todos sepamos lo que es- en una fuerza capacitada para disputar el poder en el País Vasco. Solo falta que el 12 de mayo Puigdemont recupere el liderazgo del independentismo catalán y, quién sabe, aspire a recuperar el poder -un prófugo en el Palau de la Generalitat-, para que se consume una obra política para la historia: alimentar desde el poder nacional a todo aquel cuyo objetivo sea destruir el poder nacional. Y, mientras, se ignora el paradero del PP en el País Vasco.