Iñaki Zaragüeta
Con uno que preguntara, bastaba
Me resultó un tanto penosa la sesión de control al Consell del pasado jueves en Les Corts. Todos los grupos de la oposición coincidieron en hurgar sobre el «caso Blasco», como si ese fuera nuestro único y principal problema. Con uno que hubiera preguntado sobre ello, bastaba. A todos nos preocupa, y mucho, la corrupción, pero es difícil que los partidos políticos obtengan rédito de ello. Todos están implicados en ella si ejercen el poder. A los ciudadanos nos atormenta tanto o más la generación de empleo, el acceso a una buena educación, el deterioro de los servicios sociales y demás aspectos que están maltratando nuestra existencia. Quienes aspiran a gobernar, si realmente lo desean, deben mostrarnos una alternativa a la del PP.
En definitiva ¿qué quedó de todo ese hipócrita acoso?. El saludo desde los tercios, al mejor estilo de Cúchares, de la alcaldesa Rita Barberá como respuesta a los aplausos que le brindaron desde el tendido de la oposición tras saludar a Blasco. Pensándolo bien y mal que les pese, quizás es la única que se puede permitir ese gesto tan taurino. Así es la vida.
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