Jorge Urosa

Droga y crisis

La pasada noche en San Sebastian de los Reyes se encontró el cadáver de una mujer en lo que parece una disputa relacionada con el consumo de drogas. El presunto agresor y la víctima ni se conocían, ni parecen tener relación alguna, el único nexo de unión entre ambos eran las drogas.

Quizá esta sociedad que ha transmitido a nuestros jóvenes que tienen derecho a todo sin esfuerzo y lo que es peor por cualquier medio, se ha olvidado demasiado pronto del drama y del peligro de las drogas. Un drama que arrasó nuestra sociedad durante los 80 y que goza de un maravilloso caldo de cultivo en medio de una crisis que está acabando con la resistencia y la esperanza de casi todos, sobre todo de los más vulnerables, los jóvenes, y aquellos ciudadanos en riesgo de exclusión. Esa plaga se ha visto fomentada por la cultura de la falta de esfuerzo y por la tragedia formativa que ha supuesto la Logse. Lo cierto y verdad es que nos hemos olvidado de muchos seres humanos hacinados en poblados que todos conocemos y todos evitamos, que sólo de vez en cuando, cuando la muerte sacude nuestras conciencias parecen existir.

El problema es que ahora, en la actual situación, a pesar de que gracias a la labor policial la criminalidad ha descendido un 3 por ciento en Madrid, esos poblados pueden terminar siendo verdaderas ciudades de exclusión y muerte, haciendo que lo que hoy es una noticia en las páginas de los diarios, se convierta en una normalidad trágica.