El descaro de Podemos

¿Qué sucedería si Podemos alcanzase el poder de verdad, el Gobierno, el BOE? Podemos y todos los partidos de su derredor y cuya ideología beben de las fuentes del marxismo, del comunismo, del totalitarismo en definitiva. Acusan y denuncian a quienes han sido imputados o condenados por delitos de corrupción, incluso a quienes no han sido ni imputados ni condenados, pero se olvidan de los feos asuntos que llevan a sus espaldas el mismo Pablo Iglesias y unos cuantos de los principales prebostes de la organización morada: Monedero, Errejón, Echenique, Maestre, Espinar, Bódalo, Arrieta, De Palacio, Galindo...

No se conforman con ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. Ni se esconden a la hora de demostrar que la ley les afecta menos que a los demás. Es su «ley del embudo», lo ancho para mí y lo estrecho para los demás. Lo demostraron ya el lunes con la exhibición del llamado «Tramabús» echado a andar por las calles de Madrid incumpliendo, como denunció LA RAZÓN, el Reglamento de Circulación, la Ordenanza de Movilidad y la Ley de Seguridad Vial. ¿Les han multado por ello? En absoluto, al menos que sepamos. Probemos cualquiera de nosotros a aparcar en el carril bici o en cualquier lugar prohibido.

Como refería más arriba, estos excesos no son privativos de Podemos. En Valencia, hace unas semanas, el conductor del alcalde, de Compromís, se negó a quitar el coche de la salida de emergencia. O el concejal de Tráfico, el napolitano Giuseppe Grezzi, también de Compromís, que deambula en bicicleta a la vez que graba su obra que tan negativamente ha alterado el tráfico de la capital del Turia. Así es la vida.