Fernando Rayón

El lío de la ex ministra

La Razón
La RazónLa Razón

No ha habido que esperar ni veinticuatro horas para descubrir la seriedad del pacto PSOE-C’s. Y no por las críticas de Podemos o del PP sino por el fuego amigo: el de la ex ministra y cabeza de lista a las generales por Barcelona, Carme Chacón.

Muchos se extrañaron de que el pacto entre los sedicentes partidos de centro –centro derecha y centro izquierda –incluyera la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede, una ley de muerte digna –léase eutanasia, la derogación de la Ley de Educación, o la recuperación de le Ley del aborto de Zapatero. Pero también nos extrañamos de que en ese prolijo acuerdo las referencias a Cataluña –cuestión antaño prioritaria del partido de Albert Rivera- se solventara en apenas tres líneas: «PSOE Y C’s se comprometen a oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España».

Pues bien, el papel acordado, se ha quedado en nada al día siguiente. Partamos de que Chacón no es cualquier cosa en el PSOE, y menos en el PSC. Por eso cuando ha dicho que «también hay un referéndum para Cataluña después de una reforma de la Constitución» no pensemos en que ayer tuvo un mal día, o que quisiera tocar las narices a Sánchez, sino simplemente en que dijo lo que de verdad piensa y, como ella, muchos socialistas zapateriles. Sobre todo porque estas declaraciones han venido acompañadas de otras, en las que Chacón reclama un nuevo sistema de financiación para Cataluña y «ponerse a trabajar desde ya» en los 23 puntos que Artur Mas planteó a Mariano Rajoy.

Alguien podría pensar que todo esto sugiere unas nuevas elecciones, y quizá tenga razón, pero lo que es seguro es que en el PSOE, y especialmente en Cataluña, siguen en el lío soberanista: pensando que el referéndum de autodeterminación resuelve algo, y que el llamado derecho a decidir está por encima de los derechos y libertades que reconoce la Constitución.

Pero la explicación a todo este dislate está en la traca final. Dice la ex ministra de Defensa que «el PSOE no tira la toalla ni se dará por vencido para lograr un acuerdo también con Podemos». Y es que a algunos socialistas no es que se les vea el plumero: es que van vestidos de indio.