El polvo y los barros

El Gobierno va a poner a trabajar a la Alta Inspección del Estado para que determine si los libros de texto catalanes se ajustan a la LOMCE. Lo hace después de que se haya publicado un informe del sindicato catalán de profesores, a los que hay que agradecerles la molestia porque si no es por ellos, el ministerio seguiría a por uvas a pesar de que no hay mas que darse una vueltecita por Google para descubrir que esa misma denuncia que ahora hacen los docentes catalanes se viene recogiendo en diversos medios desde hace años.

Sin ir más lejos, LA RAZÓN publicó en octubre de 2012 un magnífico –y detallado– artículo firmado por Paco Rodríguez y Aurora García Mateache, titulado «Antología del disparate educativo», en el que se ofrecían numerosos ejemplos de los desbarres de algunos libros de texto con lo que se ha venido adoctrinando a los alumnos de segundo, tercero y cuarto de la ESO tales como que los Reyes Católicos fueron los culpables de la discriminación histórica que sufren los catalanes o que la Guerra Civil solo se vivió en Cataluña. Se ve que aquel día la autoridad educativa pertinente no compró el periódico. Afortunadamente, ahora (más vale tarde que nunca) el Ministro del ramo ha decidido tomar cartas en el asunto, aunque tal y como están las cosas en este país, lo de investigar, aunque sea por la vía de urgencia, no signifique que el problema se vaya a resolver de hoy para mañana.

Lo más probable es que la cartera que ahora ocupa Iñigo Méndez de Vigo en Educación pase por unas cuantas manos antes de que haya conclusiones al respecto, y que cuando las haya, no se haga nada porque ya se encargarán los puristas de apelar al traspaso de las competencias de Educación que es, en definitiva, el polvo que dio origen a este barrizal en el que siempre terminan por encallar las buenas intenciones.