Iñaki Zaragüeta

El PP juega con fuego en Valencia

El PP juega con fuego en la Comunidad Valenciana, una región que ha sido determinante en las victorias de Aznar en 1996 (9.716.006 votos con 15 diputados) y 2000 (1.276.062 votos y 19 escaños) y de Rajoy en 2011 (1.388.465 con 20 diputados), además de gobernar la Generalitat desde 1995 y el Ayuntamiento de Valencia desde 1991, así como la gran mayoría de las corporaciones de la región. Juega con fuego porque Madrid da la impresión de colaborar para llevar al fracaso al Gobierno de Alberto Fabra manteniendo la política de ahogo financiero practicada por Zapatero. Juega con fuego, porque esa actitud se está sintiendo cada vez más en sectores esenciales de la sociedad valenciana, como han demostrado las organizaciones económico-empresariales al rebelarse contra el trato desde el Gobierno central en financiación y en inversión pública. Ayer, el presidente de la patronal, José Vicente González, afirmó ante su asamblea general que «el Estado se comporta con la Comunitat Valenciana no como una madre amorosa, sino como la madrastra pérfida de los cuentos». Juega con fuego, porque, aunque duró ocho años, la Comunitat ya vivió la experiencia de un partido regionalista, que no dejó mal recuerdo. Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, lobby que congrega a la flor y nata del PIB valenciano, declaró hace tres días : «Creo que habrá margen para un partido regionalista y de centro por el espacio que dejan otros». Juega con fuego, porque existe la impresión de que las protestas consiguen objetivos, como esperan de la negociación con Cataluña. Juega con fuego porque hay un sentimiento generalizado de que ha existido complicidad del Gobierno con la UE para que investigue solamente a la valenciana por las facturas de ejercicios previos a 2012, cuando lo hicieron muchas autonomías. Desconozco las razones de este trato displicente o los análisis de Arriola, pero si yo fuera el PP, analizaría la deriva actual de esta región. Así es la vida.