César Lumbreras

El problema de la sequía y el agua

La Razón
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La gestión de la sequía y de la falta de agua es el reto más urgente, a la vez que más importante, que tiene la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, de cara al nuevo curso de política agraria. Salvo que llueva mucho en lo que resta de este mes y en el próximo, las reservas en los pantanos podrían situarse a principios de octubre por debajo del 40 por ciento, una cifra muy baja.

A medida que pasan los días se agudizan los problemas por la falta de agua en las diferentes cuencas hidrográficas españolas. Ahora, los más importantes se registran en las del Tajo y el Duero, que se han sumado este año a los ya tradicionales del Júcar y, sobre todo, del Segura.

Además de solucionar el día a día, desde el Ministerio están empeñados en sacar adelante un Pacto de Estado sobre el Agua, para lo que ya han comenzado los contactos con las comunidades autónomas. Si lograr este objetivo es difícil en circunstancias normales, en una situación de sequía parece imposible.

Mientras tanto, en el plano estrictamente agrícola, la ministra y su equipo deberían ocuparse, junto al conjunto del sector, de revisar el funcionamiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, porque, «hecha la ley, hecha la trampa», y se han detectado ya algunos fallos que deberían corregirse para que la citada norma cumpla con los objetivos que se fijaron cuando se creó.

El curso comienza también con protestas en Castilla y León, región desde la que los agricultores reclaman ayudas más efectivas para hacer frente a la mala cosecha de cereales, entre otros sectores; hay convocadas manifestaciones para finales de esta semana y las peticiones van dirigidas tanto al Ministerio como a la Consejería de Agricultura de esta comunidad autónoma. El curso comienza, por lo tanto, con «movida».