El programa, un bluf

Eduardo Madina no pudo ser más generalista y menos concreto en la presentación de su programa para la Secretaría General del PSOE. Su piedra angular propone que los socialistas protagonicen «un proyecto de transformación profunda del país» y para ello «construir una alternativa de mayoría y de gobierno, inspirada en los valores republicanos de la libertad, la igualdad, la solidaridad y la diversidad». Importantísima y trascendente novedad, si no fuera porque el artículo primero de la Constitución española dice: «España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político». Estos valores consagrados por la Carta Magna, Madina los califica como «valores republicanos» ¡toma ya! a pesar de ser los mismos que en el apartado tres de ese primer artículo, señalan que la forma política derivada de esos principios «del Estado español es la Monarquía parlamentaria».

Como todo es posible, da la impresión de que el vasco Madina ha hecho un «corta y pega» de nuestra primera Ley pensando que los españoles o, al menos, los socialistas con derecho a votar a su secretario general, la desconocen. De lo contrario, no diseñaría como gran móvil de su proyecto las principales bases de la Constitución, a la que por otra parte quiere reformar. Porque ¿qué es lo que quiere cambiar? ¿La primera parte del artículo dos? ¿La segunda? ¿Nada? Este es el texto: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». ¡Vaya bluf! Decía ayer mi amigo Rogelio. Al igual que su mentor Zapatero quiso cambiar la Historia, él quiere apropiar para la República los valores proclamados en la democracia de una Monarquía parlamentaria. Así es la vida.